
Issey Miyake reforma el concepto de fragancia en 2025 con el lanzamiento de dos poderosas versiones de L’Eau d’Issey: L’Eau d’Issey Eau de Parfum Intense y L’Eau d’Issey pour Homme Eau de Parfum. Inspiradas en las profundidades misteriosas y el esplendor del océano, estas fragancias intensas encapsulan la majestuosidad del agua y la esencia de la naturaleza en su forma más pura. Con la colaboración de las perfumistas Amandine Clerc-Marie y Sophie Labbé, y guiadas por el explorador submarino Alexis Rosenfeld, estas creaciones olfativas no solo celebran la belleza del mar, sino también el compromiso con la sostenibilidad y la innovación en la perfumería.
La inspiración para estas fragancias surge del fascinante y enigmático mundo submarino, un entorno en el que la vida florece en las profundidades y se esconde bajo las aguas cristalinas. El fotógrafo y submarinista Alexis Rosenfeld, conocido por su proyecto 1 Ocean, invitó a las perfumistas a sumergirse en su universo, mostrándoles los misterios ocultos del océano.
A través de sus ojos, las fragancias adquirieron una nueva dimensión, una que conecta la pureza y la intensidad del agua con la naturaleza misma del perfume. Esta colaboración única resultó en dos composiciones que combinan la fascinación por el mar con la innovación olfativa.
El perfume femenino, creado por Amandine Clerc-Marie, se centra en la esencia del océano como un refugio de serenidad y vida. La fragancia se abre con un acorde de Posidonia, una planta submarina que crea vastas praderas bajo el agua, cuya suavidad y belleza se reflejan en las notas acuáticas, herbáceas y florales. Clerc-Marie ha logrado capturar la sensación de ingravidez y la energía vibrante de este entorno acuático, utilizando ylang-ylang de origen responsable y rosa damascena, que aportan una complejidad floral que se calienta con la sensualidad de la vainilla infusionada. La composición se completa con un 91% de ingredientes de origen natural, reafirmando el compromiso con la sostenibilidad.


Por su parte, la versión masculina, diseñada por Sophie Labbé, lleva la fragancia hacia las profundidades del océano, donde los contrastes entre el frío y el calor, la luz y la oscuridad, se encuentran en una danza constante. La pimienta de Sichuan da inicio a una composición vibrante, seguida por la frescura del limón que refresca el acorde acuático. Las notas de fondo, con abeto balsámico y madera de cedro, otorgan una intensidad amaderada que evoca la fuerza del océano, con una profundidad elegante que no pierde su frescura. Labbé también ha utilizado un 92% de ingredientes naturales, incluido un alcohol derivado de remolacha cultivada en Francia, lo que subraya la intención de crear perfumes más responsables.
El diseño del frasco es otro elemento que refleja el enfoque innovador y ecológico de esta propuesta. El icónico frasco de L’Eau d’Issey se renueva con un diseño más contemporáneo, en el que el agua y la luz se encuentran en perfecta armonía. El tapón, hecho a partir de un solo bloque de madera sin plásticos, captura la esencia del océano con su tono plateado, inspirado en los reflejos del mar. Cada frasco es único, ya que la madera presenta un veteado natural que lo hace irrepetible. Además, el vidrio del frasco incluye un 20% de material reciclado, lo que reafirma el compromiso con la sostenibilidad.
Las nuevas versiones de estas fragancias no solo ofrecen una experiencia olfativa excepcional, sino que también incorporan un sistema de recarga que permite reducir el impacto ambiental.

Este sistema innovador permite recargar fácilmente el frasco, haciendo que el proceso sea más sostenible y menos perjudicial para el medio ambiente. La recarga se detiene automáticamente una vez que el frasco está lleno, garantizando una experiencia sin desperdicios. Este avance marca un paso más hacia la sostenibilidad, un principio clave en la filosofía de la marca.
Para acompañar este lanzamiento, la campaña visual, dirigida por el fotógrafo Mathieu Trautmann, presenta una serie de imágenes que juegan con las percepciones visuales y las ilusiones ópticas. Las fotografías capturan los reflejos en el agua, donde las botellas parecen fusionarse con su entorno, creando una imagen dinámica y poética. Esta campaña visual resalta la interacción entre el agua, la luz y los elementos naturales, que son los pilares de las nuevas fragancias.

En conjunto, estas dos nuevas fragancias representan una evolución en la forma de experimentar el agua y el océano a través del perfume. Cada una en su propio contexto, ya sea la delicadeza y serenidad de la versión femenina o la fuerza y misterio de la masculina, invita a los usuarios a sumergirse en una experiencia sensorial única. El océano, con su vastedad y misterio, se convierte en un simbolismo que va más allá de la fragancia misma, creando una conexión emocional con la naturaleza y con la necesidad de preservarla para las generaciones futuras.