Hamilton lanza cinco nuevas versiones de algunos de sus modelos más emblemáticos. A través del contraste cromático del negro con el dorado, se vuelven a representar las señas de identidad que convirtieron la firma en la primera opción entre profesionales del cine, pioneros en aviación y soldados estadounidenses.
Hamilton arriesga en su colección Black and Gold con una apuesta por un nuevo lema: “La oscuridad contra la luz”. Esta última colección renueva una selección de cinco piezas (Jazzmaster Automático de 36 mm, Jazzmaster Auto Chrono de 42mm, Pan Europ, Ventura Chrono Quartz y Ventura S) con las que, gracias a esta nueva vuelta de tuerca, su tradicional caja de acero inoxidable abre paso a los revestimientos en PVD negro y acabados en dorado.
Colección Black & Gold
El cuerpo del reloj se mantiene clásico y sofisticado, pero apuesta por un aspecto más transgresor con remates en las agujas, los índices y las escalas de minutos y segundos. Fusionando la sobriedad del negro con el color dorado, Hamilton hace de esta colección la opción perfecta para todos los gustos. No solo por la elección de contrastes en una misma pieza, sino porque apuesta por adaptar una misma fórmula a distintos modelos.
Desde presentar esferas cuyas formas recuerdan a estructuras de medio punto, hasta las superficies esféricas más puristas para los clientes más clásicos. Así, juega con la implantación de diferentes mecánicas de movimiento, recuperando cronógrafos de cuarto y potenciando al mismo tiempo la tecnología automática. Gracias a la combinación de elementos tan dispares entre sí, obtienen una colección que reúne aquello que más les define: la innovación y la autenticidad.
Evolución de los clásicos
Como establece la propia marca con esta dualidad en sus productos, es importante que dichos valores sean reflejados en cada uno de sus relojes. Con este último y atrevido lanzamiento conmemora la estrecha relación que la firma ha establecido con Hollywood desde su fundación en 1989. Relojes que simbolizan un profundo compromiso con la artesanía y la precisión, manteniéndose fieles a sus orígenes estadounidenses, pero con la atenta mira en la tecnología suiza.
No es la primera vez que Hamilton opta por recuperar piezas emblemáticas y someterlas a un proceso de transformación y rediseño. Así, logra adaptar sus clásicos a todas las muñecas y bolsillos. Este fue el caso del Railroad Pocket Watch, que contó exclusivamente con 917 ejemplares. O por ejemplo, la última versión del PSR MTX, evidenciando la presencia de la marca en la industria cinematográfica.