Sabine Pigalle se define a sí misma como fotógrafa y artista visual. Hace unos años que Sabine decidió centrarse en su obra propia y en la investigación desde un punto de vista más personal. Dejando a un lado la fotografía de moda, comenzó a desarrollar su trabajo combinando fotografía con pintura y el arte antiguo y el contemporáneo para crear maravillosas obras. Su trabajo se centra en el retrato tratado como representación de arquetipos fuera de lo común.
¿Estudiaste fotografía?
No, no asistí a ninguna escuela de arte, estudié literatura en la Universidad de la Sorbona.
¿Cuándo empezaste a trabajar y cómo?
Mientras estudiaba en la Sorbona, conseguí un trabajo como ayudante de un estilista de fotografía, y después de dos años, me convertí en estilista de moda por mi cuenta. Después de diez años, me orienté hacia la fotografía, ya que necesitaba más creatividad en mi vida. Practiqué la fotografía a nivel comercial, trabajando para marcas y revistas de moda. Paso a paso, me di cuenta de que me interesaba aún más el arte, y poco a poco me fui acercando a la investigación personal.
¿Cómo definirías tu obra?
Una hibridación que mezcla modernidad y clasicismo, pinturas de antiguos maestros con herramientas y técnicas digitales.
¿Cómo definirías tu estilo?
Creo puentes entre el pasado y el presente. Mi obra puede parecer clásica a primera vista, pero está totalmente actualizada técnicamente, ya que utilizo la tecnología digital.
¿Referencias artísticas?
La historia del arte y el arte contemporáneo.
¿En qué te inspiras?
Todo puede ser una fuente de inspiración, dependiendo de la relevancia que tenga cuando esté trabajando en un proyecto.
Como mujer, ¿es fácil trabajar en el mundo artístico, como fotógrafa?
Cuando era fotógrafa, me di cuenta de que había una verdadera demanda de toque y visión femeninos en el campo de la fotografía. Personalmente no veo ninguna frontera o barrera en el ejercicio de mi actividad como mujer, ¡más que nada porque no me importa! Hago lo que quiero, encuentro mi camino, siempre hay un camino. Podría ser diferente, tal vez, si fuera un hombre, pero este es mi camino.
¿Cómo concilias tu vida con tu trabajo?
Mi trabajo es mi vida, todo está unido, una cosa lleva a la otra.