Ese imbécil va a escribir una novela: el golpe maestro de Millás sobre la memoria y la ficción

unnamed 173
Portada del libro "Ese imbécil va a escribir una novela"

Con un título tan provocador como irresistible, Ese imbécil va a escribir una novela, la nueva obra de Juan José Millás, llega el 8 de mayo bajo el sello de Alfaguara para sacudirnos con una historia tan lúcida como desconcertante. Esta novela, afilada, melancólica y brillantemente narrada, es mucho más que ficción: es un viaje al corazón del recuerdo, un laberinto entre la memoria y la invención, una profunda exploración de la identidad y los límites del relato. Con su sello inconfundible, Juan José Millás convierte su propia vida en materia literaria y nos invita a jugar y a perdernos en ese territorio fascinante donde la realidad se disuelve en las reglas de la autoficción.

Todo arranca cuando el protagonista, que no es otro que un escritor llamado Juan José Millás, recibe un encargo de su periódico habitual: redactar lo que podría ser su último gran artículo. Y es ahí, en esa búsqueda del tema definitivo, donde se desencadena el verdadero conflicto.

En lugar de salir a buscar una historia afuera, el narrador empieza a tirar de los hilos internos, de momentos enterrados bajo capas de años, de escenas inconclusas que aún lo interpelan. La frontera entre los hechos y las invenciones comienza a desdibujarse, y el lector se ve arrastrado por una corriente donde todo se siente real pero nada se puede comprobar.

Uno de los hilos del relato lo lleva a una escena de su infancia, aparentemente banal: una visita a un banco junto a su madre. Sin embargo, esa imagen se va cargando de misterio a medida que avanzamos. También aparece un viejo amigo de los años universitarios, una figura borrosa pero inquietante, como esos sueños que no terminan de borrarse al despertar. Lo que al principio parece una simple rememoración se convierte en una especie de rompecabezas emocional y narrativo. Y es que aquí no hay certezas, solo fragmentos, intuiciones, piezas que no encajan del todo pero que juntas construyen una atmósfera poderosa.

El gran logro de este libro no está solo en lo que cuenta, sino en cómo lo cuenta. Hay una sensibilidad especial en la forma en que se articula la voz narrativa, una especie de complicidad con el lector que lo convierte en parte del proceso. No se trata de una historia con un desarrollo tradicional ni de una trama lineal, sino de un recorrido que avanza en espiral, con idas y vueltas, con zonas de sombra y momentos de claridad. A veces, parece que estamos dentro de un diario íntimo; otras, en medio de una fábula sin moraleja.

La novela no busca respuestas ni conclusiones cerradas. De hecho, se mueve con soltura en la ambigüedad. El propio título, que suena como un reproche cargado de ironía, refleja bien ese tono entre sarcástico y vulnerable que atraviesa todo el texto. A lo largo de las páginas, hay humor, sí, pero también una especie de tristeza serena, una aceptación de que no todo se puede comprender, de que algunos recuerdos, por mucho que los revisitemos, seguirán siendo inestables.

unnamed 1 64
Retrato del autor Juan José Millás

Lo más interesante es que, sin necesidad de grandes artificios, consigue que el lector se replantee cosas propias. ¿Cuánto de lo que recordamos es fiel a lo que ocurrió? ¿Cuánto hemos transformado sin darnos cuenta para que encaje mejor en el relato que nos contamos a nosotros mismos? En ese sentido, este libro funciona también como un espejo. No uno plano, sino uno de esos que devuelven imágenes deformadas pero reveladoras.

Hay algo hipnótico en la forma en que Millás construye su mundo narrativo. No impone, sugiere. No aclara, deja en suspenso. Y eso es justo lo que hace que la lectura sea tan estimulante. No se trata solo de seguir una historia, sino de acompañar un proceso, de ser parte de una indagación que mezcla lo literario con lo existencial. El resultado es una obra que, lejos de buscar el impacto fácil, se instala en la mente y permanece ahí, haciendo eco.

Al final, más que una novela sobre escribir, es una reflexión sobre lo que nos construye: los recuerdos difusos, las preguntas sin respuesta, los nombres que vuelven sin avisar. Y, por supuesto, sobre el deseo de encontrar un cierre. O al menos de intentarlo. Porque puede que ese imbécil efectivamente haya escrito una novela, pero lo que ha dejado atrás es mucho más que eso: una experiencia narrativa que invita a leer con los ojos abiertos y la memoria en guardia.

White Paper by
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.