Ainhoa Santamaría es una actriz española ganadora del Premio Max a la mejor actriz de reparto 2017 y protagonista de la serie `Apagón´.
Fuente: Álvaro Serrano Sierra
¿Qué te impulsó a ser actriz?
Fue en el colegio por un profesor de literatura. Nos mandaba a hacer teatro, en vez de estudiar las obras cómo se hacía y se hace normalmente. Él prefería hacer la función y fue así como me entró el gusanillo.
¿Sentimiento al recibir el premio MAX a la mejor actriz de reparto?
Me quedé en shock, me costó mucho asumir que me daban el premio. Fue algo muy bonito porque estaba con mis compañeros de función y demás, así que fue un auténtico regalo. Es lo que te anima a seguir, a valorarte, porque a veces solo hacemos que mirarnos a través de los ojos de los demás. Se agradece tener un refuerzo que te recuerde seguir adelante y lo que vales.
¿Lo primero que pensaste cuando supiste que serías actriz de Almodóvar?
Pensé que los sueños se cumplen. A veces el trabajo te lleva a lugares que te esperas y otros que son totalmente inesperados como es el caso de Pedro Almodóvar. No entraba para nada dentro de mis pensamientos. Son cosas inimaginables para alguien. Te imaginas mil cosas en tu vida, poder vivir de la interpretación, pero de ahí a conseguir lo que he conseguido, no lo hubiera pensado.
¿Qué ha sido para ti interpretar a Eva?
Ha sido un regalo también y ha sido un homenaje a todo lo que hemos pasado, a los sanitarios que son los que peor lo han pasado con la pandemia. También a toda la gente que ha perdido a personas cercanas. Ha sido un capítulo que refleja la realidad de la vida y que no todo es tan bonito como se piensa. Ahora con la guerra nos damos cuenta que hay apagones reales y todo cobra un sentido, pasar de la fantasía a la realidad.
¿Cuál es el mensaje que se quiere transmitir al espectador?
Dependiendo de cada director, ya que cada capítulo lo ha dirigido un director y también lo han escrito guionistas distintos, aunque todo pertenezca a una unidad. Desde mi punto de vista, lo que yo leo y lo que recibo también como espectadora y como alguien que forma parte del equipo, de todo el engranaje de ´Apagón´. Transmite ciertos valores que tienen que ver con el cuidado de lo que nos rodea, de la naturaleza, de la familia, ya que si todo esto llegara a pasar con lo único que contaríamos sería con nuestras propias manos, con semillas, con un aire que respirar y poco más. Todo lo demás es superfluo.
¿Qué tiene de parecido Eva con Ainhoa Santamaría?
La sensibilidad, el ser capaz de ponerse en el lugar de otra persona, en agobiarse también cuando de repente ve que las cosas le vienen muy grandes y que es algo que no puede controlar en muchas ocasiones. Creo que a todos nos pasa en algún momento, todos tenemos un poco de Eva. A veces las circunstancias nos sobrepasan, nos superan y no sabemos como gestionarlas hasta que haces un click y dices es mi momento voy a tirar para delante porque no hay tiempo para compadecerse de uno mismo.
¿El momento más complicado del rodaje?
Rodar con frío. Por aquella época hacia mucho y rodábamos en un hospital que está abandonado desde hace muchos años y que no tiene calefacción. Trabajar con frío es difícil, durante el día se estaba bien, pero a ciertas horas cuando bajaba la luz sufríamos bastante. También tener que interpretar a una sanitaria sabiendo lo que hemos vivido hace poco y vivir esa situación en mis propias carnes, no ha sido fácil. Aunque hemos contado con equipo sanitario, con gente de la UME (Unidad Militar de Emergencias) que nos ha asesorado y ha sido menos complicado.
¿Con qué momento te quedas para siempre del rodaje?
Sin duda con los compañeros que he tenido y el equipo que hay detrás. Hemos trabajado mucho, hay material grabado que no ha salido, siempre pasa, pero eso se queda guardado en tus recuerdos. Había muchas situaciones que no estaban escritas, pero que había que dar como atmósfera para contar, se ha improvisado mucho y al final creas lazos irrompibles.
¿Cuál ha sido el compañero que más te ha marcado?
Tengo varios, no puedo elegir solo a uno. Me quedo con Melina Matthews, con Tomás del Estal y con Javi Tena, para mí han sido mis ángeles de la guarda, han sido mis compañeros y mis amigos al mismo tiempo. Además, Javi Tena es médico en la vida real, él estaba en campaña en África y es un tío muy interesante, que nos ha ayudado mucho a concebir esa situación.