Entrevista a Rebecca Lamarche, directora de Lafayette Anticipations
Entrevista a Rebecca Lamarche
Concibe el arte como herramienta de cambio y cree que puede sanar el alma. Rebecca Lamarche, directora de LaFayette Anticipations desde hace tres años, ha trabajado para convertir la fundación no solo en un lugar de experimentación, encuentro y creación para los artistas, sino en un espacio de asueto y reflexión (con un acceso totalmente democrático, léase gratis total y sin reserva previa) para jóvenes, mayores, familias y niños. Partiendo del axioma de que toda creación artística es un reflejo del pensamiento y la sensibilidad de su tiempo, la fundación da carta blanca a sus artistas (con una selección de cuatro cada año) que moldean a su antojo este descomunal edificio industrial decimonónico, rehabilitado por el arquitecto Rem Koolhaas, cuya estructura híbrida a base de placas móviles permite establecer cuarenta y nueve configuraciones espaciales distintas, adaptándose al universo de cada uno. Martin Margiela ya lo ha probado.
¿Qué la llevó a unirse a LaFayette Anticipations en calidad de directora?
Lo que más me interesó cuando me ofrecieron este puesto es que esta fundación siempre ha sido un lugar de experimentación e investigación, un laboratorio de formas e ideas al servicio de los artistas.
Es vital que instituciones como la nuestra les brinden los medios necesarios para materializar sus ideas y realicen esta inmersión mano a mano con ellos, pues los artistas son un elemento esencial en nuestra sociedad. La fundación ofrece un despliegue de medios excepcional, empezando por la maquinaria disponible en nuestros talleres, con herramientas muy específicas para trabajar la madera, la pintura, la cerámica o el metal, que permiten dar forma a muchas propuestas artísticas.
La labor de la fundación es ponerlos a su plena disposición y apoyar al artista desde el momento en que la idea, llamémoslo revelación o intención, surge en su cabeza, poniendo a nuestros expertos a su disposición para solventar sus dudas y acompañándolos durante todo el proceso.
El edificio que los acoge, a ellos y a sus talleres, es un prototipo arquitectónico sin parangón y permite a cada artista reinventar el espacio con su exposición y adaptarlo a su propio universo.
Dice que los artistas son esenciales para la sociedad. ¿En qué sentido?
Cuando digo que LaFayette Anticipations es un lugar de experimentación no me refiero solo a la producción de obras, sino también a la transformación del imaginario del mundo en el que vivimos. Mi experiencia conversando con nuestros artistas me dice que muchos de ellos pueden proponer otras formas de vivir en el mundo.
Nos ayudan a entender el mundo y a transformarlo. Es un privilegio poder escucharles y hacer posible que compartan sus ideas con el público. En la misma línea, organizamos periódicamente encuentros entre el público y pensadores que exponen su visión.
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