Entrevista a Marco Guerra

El maestro en la vanguardia 

Se califica de workaholic y solo hay que echar un vistazo a su obra de las últimas décadas, o a su inspiradora cuenta de Instagram (@marcoguerranyc), para ratificar su adicción confesa al trabajo. Marco Guerra (Chile,1965) habla con el poso de quien ha vivido muchas vidas, convirtiendo cada respuesta en una lección de profesión y compromiso. El fotógrafo que aprendió de la mano de Warhol o Avedon, que vivió la explosión de
la industria de la moda en el Nueva York en los ochenta y que decidió después que la abstracción era la forma más transparente de comunicar, se aleja ahora del mundanal ruido en Marrakech. Allí, centrado a tiempo completo en seguir engrosando su prestigiosa obra y en la no menos ilustre tarea de disfrutar de su hijo de diez años, admite que los rigores pandémicos no han distorsionado su imparable y vanguardista afán creativo. “A cualquier artista en su vida normal ya le gusta aislarse para poder trabajar”, reconoce, “como por el Covid no tengo muchas visitas, he sido capaz de producir mucho durante estos años”.

¿Satisfecho con el trabajo realizado durante este tiempo de pandemia?

Muy feliz. Pero el arte es un poco como el vino, no sabes si el trabajo que hiciste es importante hasta que pasa el tiempo. Por eso trato de huir de las tendencias, porque vienen y van. Es lo que un curador del MOMA me dijo una vez: ‘Cuando miras una fotografía tienes que intentar entender cómo nos vamos a sentir respecto a ella dentro de diez años’.

¿Y envejecen bien sus obras de hace diez o veinte años?

Creo que sí, pero cuando miro hacia atrás veo sobre todo un proceso. A pesar de toda mi experiencia me sigo considerando un estudiante. Hemos cambiado nosotros, la fotografía, el mundo… todo ha cambiado. Soy cuidadoso con la nostalgia. Ahora me interesa
más estar en la vanguardia de la fotografía, qué puedo crear que sea propio de hoy, de 2022.

Otros artistas también subrayan lo importante de sentirse siempre un estudiante. 

Es que si paras de aprender estás acabado. Soy un artista polifacético porque pinto, hago esculturas y música, pero mi especialidad es la fotografía, la información visual. Pues bien, la forma en la que entendemos esta información visual cambia a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el Covid ha cambiado nuestra perspectiva sobre lo que conocemos. Hay proyectos en los que trabajaba antes que ahora ya
no me parecen importantes.

Quiero saber sobre sus inicios.

Me enamoré de la fotografía en Chile. Con siete años veía a los fotoperiodistas arriesgando su vida durante el Golpe de Estado y me parecían muy valientes por contarle al mundo qué estaba pasando. No quise ser fotoperiodista porque no quería que me asesinaran, pero me inspiraron para dedicarme a esto. Luego conseguí trabajo como asistente, sujetando un flash en una fiesta, y descubrí cómo tomamos consciencia de nosotros mismos cuando somos enfocados. Me interesó esa psicología. Luego me mudé a Nueva York, conseguí trabajar con Andy Warhol y me sumergí en ese increíble océano de artistas.

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