Entrevista a las protagonistas de la serie «Fácil»
«Fácil» es la nueva serie de Movistar Plus+ dirigida por la cineasta y dramaturga Anna R. Costa junto a Laura Jou. Una propuesta que retrata con humor y orgullo la libertad, la independencia y la diversidad.
Pensar en aquello que definimos como normal es cuestionarnos nuestros propios aprendizajes. Lo normal está supeditado a una perspectiva muy rígida de todo aquello que engloban las diferencias. Ver «Fácil» nos hace reflexionar sobre nuestras propias costuras como sociedad.
Como espectadores, nos planteamos, en un piso compartido por cuatro mujeres: Marga, Nati, Patri y Ángels, interpretadas por Natalia de Molina, Anna Castillo, Anna Marchessi y Coria Castillo; la independencia, las concepciones sociales, las normas establecidas, la moralidad y la libertad. Junto a Bruna Cusí, Eloi Costa y Martí Cordero, forman un elenco que reivindica la discapacidad intelectual y la diversidad. Hablamos con ellos para entender cómo se ha formado «Fácil» y qué ha implicado para ellos.
Entendiendo que aquello que denominamos «normal» está subordinado a la discriminación del otro, ¿qué entienden como normalidad?
Natalia de Molina: Creo que todos somos iguales y a la vez todos somos diferentes. Me atrevo a decir que esa es la normalidad.
Coria Castillo: Creo que la normalidad es algo que va en cada persona, no creo que haya una normalidad general. Por mucho que la gente, los medios o el universo se plantee en definir lo normal. Es algo que depende de la persona y no del entorno. Pienso que definir normalidad como algo universal es un poco pretencioso e imposible.
Anna Marchessi: La normalidad para mi no existe, es una construcción social que va cambiando con el tiempo. Hay muchas cosas que ahora consideramos normal y que hace siglos no lo eran. Es básicamente un concepto inventado.
¿En qué creen que una serie como «Fácil» ayuda para visibilizar temas que no tenemos tan presentes en la cotidianidad?
Coria Castillo: Una de las grandes cosas de las que habla «Fácil» es de la libertad de cada individuo. A estas mujeres, por su condición de discapacidad intelectual, se les condiciona respecto a lo que deben o no deben hacer y no se les está dejando desarrollarse como personas ni ver a dónde pueden llegar. Esto pasa en un montón de ámbitos de la vida y no solo en el mundo de la discapacidad. Creo que el espectador también se va a ver reflejado en muchas cosas.
Anna Castillo: Series como «Fácil» aporta porque nos permite abrir la mirada, no se si funciona como catalizador, es decir, si cambia definitivamente las cosas. Pero, sin duda, ayuda a ver el mundo desde otro punto de vista.
Anna Marchessi: Lo interesante y bonito de esta serie es la historia de Marga, Nati, Patri y Ángels que, desde el minuto uno, está en primera persona. La discapacidad pasa a un quinto plano, no la ves por ningún lado.
Natalia de Molina: Yo creo que aceptamos un montón de normas que a lo mejor ni siquiera nos hemos planteado y de repente ves a personas diferentes a ti que te hacen cuestionarte toda esa supuesta normatividad que viene implícita desde que naces. Lo bonito de «Fácil» es que pone el punto de vista en ellas, en cómo ven el mundo.
Las personas con discapacidad se han tratado en lo audiovisual desde una mirada normativa, desde la mirada de afuera, desde el juicio de la sociedad. Aquí, de repente, te estás poniendo en el lugar de ellas. Estás entrando en su mundo para entenderlas y empatizar con ellas. Apela al espectador y lo pone en un lugar muy incómodo porque te das cuenta de que igual tu mirada es un poco dictatorial. De repente es mirar a la persona y darte cuenta de que es igual, con su manera de entender el mundo, con sus tiempos para gestionar sus cosas… que tienes muchísimo más en común con ellas que las que en un principio tu juicio te decía que no.
Representar, ridiculizar, sexualizar, ¿cómo se manejan estos límites? ¿Qué ha significado representar estos papeles?
Anna Castillo: Dar voz a mi personaje me supuso un reto como actriz, no por el hecho de que tenga una discapacidad intelectual sino por intentar ser respetuosa, honesta y coherente con un personaje que escrito era muy difícil de representar. La inexpresión y la incapacidad emocional junto con un discurso político y social muy agresivo, me resultaba complicado de entender y construir. Pero, hablar de una realidad que a fin de cuentas no es la mía y hacerlo de esta manera me da mucho orgullo. Me da mucha ilusión poder formar parte de proyectos en los que creo y a los que admiro.
Anna Marchessi: Creo que todas estamos dando voz a personas con discapacidad intelectual, abordándolo desde el máximo respeto y sin perder el punto de vista. Supone dar voz a realidades normalmente silenciadas que no se ven en las pantallas.
Natalia de Molina: Ha sido un trabajo muy duro, difícil, complejo y minucioso. La he pasado mal y no me importa reconocerlo, creo que es honesto decirlo. Ha sido un reto muy grande porque nunca me había planteado muchas cosas que me hizo plantearme esta serie y este personaje. Como actriz es normal que te sientas vulnerable y, por mi parte, ha implicado mucho respeto y compromiso el hacer un personaje así de extremo para la sociedad, pero en el fondo tan puro, tierno y real. Como mujer me siento muy orgullosa de haberla defendido y haber puesto un montón de cosas que me apelan a ella directamente.
En mi caso, trabajé con una chica que tiene el mismo porcentaje de discapacidad intelectual que el de Marga, ella fue mi espejo. Vino al rodaje y ha sido una parte muy importante para mi trabajo. Luego, si a la gente le resulta más o menos estereotipado, tienen que darse cuenta que nunca se ha puesto la visión en ellas, están discriminadas y les faltan muchos derechos. Cuesta mirar algunas cosas, pero creo que es porque nunca se les ha observado de verdad.
Coria Castillo: La clave ha sido ver a la persona más allá de su discapacidad. En cuanto empezamos a trabajar en los personajes, veíamos a personas con discapacidad, fuimos a pisos tutelados y el rodaje iba de la mano con la directora de una asociación de discapacidad intelectual que nos iba guiando. Al final se trabajó mucho y se insistió en que no queríamos hacer ninguna caricatura sino retratar sus realidades.
Martí Cordero: Para mí la actuación implica representar alguna cosa del mundo, plantear reflexiones que te hagan cambiar de idea; creo que esta serie lo consigue. Estoy muy contento de haber tenido la posibilidad de actuar en «Fácil» y tratar un tema que además vivo de cerca, es lo mejor que me podía haber pasado.
Eloi Costa: Ha sido un placer hacer un personaje que exige un trabajo de campo impresionante. Muchas veces te toca hacer personajes mucho más convencionales o similares a ti y lo entiendes mucho más rápido. En este caso, entras en un debate moral, donde te posicionas, conoces el tema y hablas con muchas personas. Ha sido un reto personal interpretar a Enric. Cuando te enfrentas a un personaje que requiere una construcción y ves que sale bien, es fascinante y estoy muy feliz con esta oportunidad.
Bruna Cusí: Para mí, poder trabajar en la serie, ha sido abrir un poco la perspectiva de las cosas y quitarme prejuicios. He aprendido mucho gracias a que nos hemos podido documentar muy bien, estando en contacto con fundaciones en Barcelona, con facilitadoras, asistentes o psicológicas que se dedican a esto y que me ayudaron a entender sus problemáticas diarias.
Poder llevar esto a una ficción y teniendo en cuenta que la serie viene de una novela como es Lectura fácil ha hecho que sea un reto y una oportunidad muy bien capitaneada por Anna R. Costa. Con un equipo de muchas mujeres y mucha alegría en el rodaje, algo que no es tan fácil de encontrar, ya que muchas veces se asocia la seriedad a los buenos resultados. Esta serie demuestra todo lo contrario: de la alegría y el buen rollo se pueden desarrollar muy buenos productos.
¿Qué implica el humor en el mensaje que transmite «Fácil»?
Coria Castillo: Yo creo que se debe hacer humor de todo porque al final es humor y no tiene ninguna malicia detrás. Como creadores, debemos permitirnos la libertad de hablar de lo que sea. Creo que todo con humor se lleva un poco mejor, no quiere decir que se esté frivolizando ni que se le esté restando importancia, todo lo contrario, es una manera de respirar desde otro punto de vista.
Natalia de Molina: El humor es supervivencia. Yo creo que sin sentido del humor la vida no tendría ningún sentido, sería un infierno. Hay que saber reírse de todo, empezando por un mismo.
Anna Castillo: Para mi Anna, la directora, es brillante al escribir la cotidianidad con su incomodidad, con lo aparente o lo que te han dicho que suponen ciertas cosas, lo gracioso… creo que tiene una brillantez en transformar lo políticamente incorrecto en algo bello y divertido. El humor tenía que estar desde el minuto uno porque en la realidad de la vida hay cosas que son muy divertidas dentro de contextos y de circunstancias duras, terribles e injustas.
Anna Marchessi: Anna R. Costa tiene un talento para plasmar muy bien la realidad en tono de humor. Al final, actúan como mecanismo de supervivencia para cualquier realidad.
