Ana Villar ha pasado de ser diseñadora de moda, creadora de espacios personalizados para marcas y estilista, a dedicarse a la pintura. A partir del confinamiento, descubrió que pintar le hacía inmensamente feliz, y no solo eso, a la gente le gusta su arte, de allí que no pare de trabajar en los encargos que recibe. El color es una de sus señas de identidad, al igual que la mezcla de técnicas, una combinación que nos deja obras únicas.
¿Cuánto tiempo llevas pintando?
Empecé hace 1 año, durante el confinamiento. Me pasé la primavera 2020 pintando cuadros para mi casa. Experimentando técnicas, dibujando, mezclando pintura… En agosto hice uno que decidí regalar a un familiar por su cumpleaños y gustó mucho. Ahí empecé a pensar que quizá podía ser una nueva etapa en mi vida profesional y desde entonces no he parado de pintar.
Comentas en tu web que eres andaluza, ¿cuáles son tus orígenes?
Soy de Huelva, donde viví mis primeros 18 años, aunque nací en Sevilla, donde vive mi madre y parte de mi familia. Como tengo la familia repartida entre estas dos ciudades siempre que voy hago parada en ambas. Dejé Andalucía con 18 años recién cumplidos para estudiar Diseño de Moda en Madrid y ya nunca he vuelto a vivir allí. He vivido en Italia e Inglaterra y ahora llevo ya 15 años en Barcelona. A veces ya no sé de dónde soy.
¿Cómo describirías el estilo de tu pintura?
Es pintura abstracta, muy vinculada a la decoración del espacio. La mayoría de los encargos que recibo son como una consultoría: mis clientes me envían fotos del espacio donde quieren el cuadro y yo les ofrezco opciones. Por otro lado, me siento muy libre. Experimento, investigo, mezclo. ¡Tengo mil ideas aún por hacer!
¿Cómo ha influido tu tierra en las composiciones pictóricas?
Pues nunca lo he pensado, pero creo que los orígenes marcan mucho. Somos la suma de nuestras vivencias, así que creo que Andalucía me ha aportado el no tener miedo al color y a todas sus combinaciones. Y esto se ha mezclado con el impacto que me dejaron el resto de ciudades en las que he vivido, mucho mas frías y grises, pero de gran belleza.
¿Cuáles son tus inspiraciones pictóricas?
¡Muchas y muy diversas! Soy una buscadora insaciable de fotografías de naturaleza, arte, cocina, música, tendencias, lifestyle… Puedo perderme en Pinterest e Instagram durante horas. Pero lo que más me inspira es el propio color, mezclarlo, combinarlo, averiguar cómo queda. Eso, junto con la música que escucho mientras pinto, es lo que más me inspira.
¿Qué te aporta la experiencia de pintar que no te aportan otras artes como la moda?
Libertad, pintando me siento libre, sin compromisos y calma, me pongo música y se me pasan las horas pintando.
¿Cómo ha evolucionado tu estilo a la hora de pintar desde que comenzaste?
No sabría decirte, no me doy tanta cuenta como el resto. A veces me dicen: “¡Cómo vas evolucionando!” y yo me sorprendo porque no lo veo tan evidente. Me imagino que llevan razón porque tantas horas pintando te van dando tablas y aprendes mucho.
Actualmente, si entramos en tu página web, comprobamos que tienes varias colecciones, ¿qué quieres expresar con cada una de ellas?
Son temas que me inspiran. Creo que es herencia de la moda, diseñas las colecciones por temáticas y cada tema tiene su gama de color. He hecho lo mismo, cada tema me sugiere algo y tiene su gama cromática. Es una manera de agrupar mis cuadros para presentarlos de una manera más ordenada.
¿Qué te ha inspirado a crearlas?
Cada una tiene una inspiración; el mundo marino en Deep Blue, las paletas de maquillaje y sombras de ojos en Pink & Purple, Las tormentas de arena en Tierra cálida…
¿Qué técnicas sueles emplear para pintar?
Estoy experimentando con técnica mixta. Mezclo acrílicos, spray, uso médiums diferentes y rotuladores.
¿Cómo es tu proceso de trabajo?
Depende de si es un encargo o un cuadro de libre creación. Siempre los pinto a la vez. Tengo varios cuadros de los que yo llamo de libre creación empezados, pendientes de acabar, y voy pintando los encargos que me surgen, que siempre son del tipo “Como ese, pero con naranja y cámel”.
¿Cómo influyen tus emociones en las creaciones?
Mucho. Es un proceso tan personal que yo sufro del síndrome que llamo de montaña rusa. A veces estoy arriba feliz, a veces con la sensación de vértigo y a veces abajo. Pero afortunadamente va cambiando, ¡no estoy mucho tiempo abajo! Me gusta explicar que, para mí, pintar es terapéutico. Vuelco mis emociones, energía y sentimientos junto con la pintura sobre un lienzo y dejo que ellos mismos me sorprendan. A veces no se si soy yo la que usa la pintura sobre el lienzo o si son ellos los que se expresan a través de mí.
¿Tienes alguna colección nueva en proceso?
Sí, justo ahora estoy trabajando en una nueva serie que se llamará “More than words” y es bastante diferente. Estoy usando mucho rotulador y en cada cuadro hay una palabra que da titulo a la obra. Así que a ver cómo evoluciona y, si me acaba gustando, lo acabaréis viendo.