El Greco conquista Budapest con más de 60 obras
El Greco como exposición vuelve tras 20 años a Budapest, y permanecerá en sala hasta mediados de febrero de 2023. La última recopilación de obras tan extensa tuvo lugar hace dos décadas en Viena. Para esta ocasión, a la colección permanente del Museo de Bellas Artes de Budapest, se le han sumado donaciones de todo el mundo.
En concreto, esta exposición es un viaje geográfico, que permite contemplar el arte del Greco recreando los centros de arte y localidades que este visitó mientras consolidaba su creación. Son tres ciudades las que influyeron su maduración y desarrollo artístico; Venecia, Roma y Toledo. En esta última vivió más de la mitad de su vida y logró su éxtasis expresivo.
La muestra engloba un total de siete secciones que se ordenan temática y cronológicamente. Cada una de las piezas está acompañada de narraciones históricas, explicaciones, pies de foto, y herramientas de apoyo audiovisual, que hacen de esta exposición un viaje muy personal del “maestro cretense español”.
El objetivo de esta exposición es mostrar de la manera más completa posible la maestría de uno de los artistas más influyentes de la Historia del Arte en Europa. Cada una de las obras es espejo de la compleja percepción de su mundo visual y toda su evolución estilística. La exposición a gran escala incluye algunas de sus piezas más reconocidas como son: San Sebastián de la Sacristía de la Catedral de Palencia, El Bautismo de Cristo del Prado de Madrid o Laocoön de la National Gallery of Art de Washington.
Resulta apasionante la recopilación artística que se ha movilizado para llevar a cabo esta exposición. El Museo de Bellas Artes de Budapest de por sí ya cuenta con un increíble número de obras españolas y del artista. Tan solo precedida por el Museo Nacional del Prado en cuando a cantidad.
No obstante, para hacer de esta experiencia un recuerdo inolvidable, al margen de las obras propias, también se pueden encontrar obras cedidas del Museo Nacional del Prado y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Museo del Greco de Toledo, el Museo del Louvre de París, la National Gallery of Art de Washington y The National Gallery de Londres.
La ocasión busca transformar cada una de las salas en un homenaje capaz de evocar, que vaya más allá que una mera recopilación de sus obras. Así, esta evocación la alcanzan rememorando los lugares en los que vivió, estudió y trabajo. Trasportado al invitado a un espacio que le permita contextualizar y entender las referencias, símbolos y significados escondidos en cada una de sus obras.
Budapest poco a poco va consolidándose como capital artística y cultural. Llenando sus calles de cultura y arte gracias a proyectos como Liget, o museos y galerías emergentes como son AT+TEXT, Knoll, Vintage Gallery Photo… Además de los ya reconocidos edificios arquitectónicos, que potencian el encanto inherente de la ciudad.
El Greco es el perfecto ejemplo de artista en constante evolución estilística. En sus inicios se decantaba por pinturas de iconos a pequeña escala, con una fuerte inspiración en la corriente bizantina. Más tarde, fue moviéndose entre retablos de increíbles dimensiones, que dominaron su estancia en España. O, por ejemplo, imágenes religiosas de devoción privada, además de retratos profanos. Así, su producción cierra el ciclo basando sus temas en piezas visionarias, que ha día de hoy, son ya tan mundialmente conocidas.
