Invitadas en el Museo del Prado

El Museo del Prado de Madrid ha organizado Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España con la intención de reflexionar sobre el papel de la mujer y los diferentes roles que desempeñó en el panorama artístico español desde el reinado de Isabel II hasta el de Alonso XIII.

La exposición, que ha contado con el apoyo de la Fundación AXA, estará hasta el 14 de marzo en el museo y cuenta con más de 130 obras, divididas en 17 secciones. Una gran parte de las obras expuestas, que en su mayoría pertenecen a la colección del Museo del Prado, han participado en exposiciones internacionales y fueron galardonadas con premios de Exposiciones Nacionales. Otra parte de esas más de 130 obras, también pertenecen a el Patrimonio Nacional o a otras colecciones públicas y privadas.

Invitadas ofrece una visión de como los poderes establecidos defendieron y propagaron el papel de la mujer en la sociedad a través de las artes visuales y la hostilidad con la que ésta fue tratada. 

Las mujeres eran pocas veces protagonistas por voluntad propia, y si lo eran, rara vez estaban en los lugares que deseaban; durante un largo periodo de tiempo sólo fueron invitadas incómodas en la escena artística de su tiempo.

Invitadas

Durante las 17 secciones en las que está dividida la exposición se tratan temas como dificultad dentro de la monarquía de acceder a la corona si se era mujer; cómo la educación, segregada por sexos, en el caso de las niñas, se impartían asignaturas intrascendentes (coser, cocinar…); la noción paternalista de la época, en la que los hombres debían de ejercer el control sobre las mujeres para que no se descontrolaran influenciadas por su “naturaleza emocional”; o la equiparación de la maternidad como la realización personal femenina.

Invitadas
El consejo del padre. Plácido Francés y Pascual (1834 - 1902) Óleo sobre lienzo
Invitadas
Soberbia. Baldomero Gili y Roig (siglo XIX) Óleo sobre lienzo

Otro de los temas a tratar a lo largo de la exposición es el tema de los desnudos femeninos, visto como una exaltación de la belleza de la mujer, pero que escondía situaciones mucho más graves, como la necesidad de muchas mujeres de posar desnudas como modelos por necesidades económicas.

La censura hacia ellas o hacia todo aquel que pudiese empatizar con su situación; y también la reconstrucción de la mujer, que frente a la imágen de ella cada vez más moderna y liberada, parte de el mundo del arte, salió en defensa de la tradición y de la mujer castiza.

Además, aquellas que conseguían acceder a la pintura, se las relegaba a copiar a los maestros del pasado o a aquellos géneros que se consideraban menores, como los bodegones, las miniaturas o la pintura de flores y frutas, que se asociaba a las cualidades femeninas como la delicadeza o el cuidado del hogar.

Invitadas
El sátiro. Antonio Fillol (1870 - 1930) Óleo sobre lienzo
Invitadas
La reina doña Juana la Loca, recluida en Tordesillas con su hija, la infanta doña Catalina. Francisco Pradilla y Ortiz (1848 - 1921) Óleo sobre lienzo
Invitadas
Falenas. Carlos Verger Fioretti (1872 - 1929) Óleo sobre lienzo

La exposición acaba con una frase de Emilia Pardo Bazán que recoge una pequeña reflexión sobre la condición femenina en esa época y que sirve de resumen de la muestra:

Sólo aspiro a gozar de la libertad… no para abusar de ella en cuestiones de amorucos (…) sino para interpretarme, para ver de lo que soy capaz, para completar, en lo posible, mi educación, para atesorar experiencia, para…, en fin, para ser algún tiempo y ¡quién sabe hasta cuando! alguien, una persona, un ser humano en el pleno goce de sí mismo”.