Por Ana Pérez
Ubicado en la vibrante ciudad de Marrakech, el hotel El Fenn se ha consolidado a lo largo de los años como un oasis de elegancia y encanto, fusionando una rica tradición local con un estilo bohemio y contemporáneo. Desde su inauguración en 2004, este magnífico hotel ha atraído la atención internacional gracias a su impresionante decoración, instalaciones y su compromiso con la autenticidad, la comunidad y la sostenibilidad.
Es un despliegue de color y lujo que combina la esencia de un hotel boutique con la herencia de las antiguas casas con patio, típicas de Marruecos. Al adentrarse en sus paredes, se puede apreciar la espectacularidad de sus balcones con columnas y cortinas majestuosas, sus patios bañados por el sol, sus senderos iluminados por linternas y una familia de tortugas residentes que añade un toque adicional de encanto.
Las instalaciones son un placer para los sentidos cuenta con 41 habitaciones, tres piscinas, un restaurante, bar de cócteles en la azotea, una boutique, y un elegante spa.
Es la impresionante terraza en la azotea de 1,300 metros cuadrados la que roba el protagonismo. Con las mejores vistas de la ciudad, incluyendo la majestuosa Mezquita Koutoubia y las montañas del Atlas en el horizonte.
La estética del hotel es un verdadero regalo para los amantes del arte y la belleza. La fusión única de frescura y calidez que caracteriza a este hotel lo convierte en el hogar de una de las mejores colecciones de arte contemporáneo en Marruecos. Los huéspedes pueden dormir, cenar o relajarse rodeados de obras maestras de artistas como William Kentridge, Sir Antony Gormley, Batoul S’Himi o Guy Tillim.
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