Cartonlab y Studio Animal inauguran una colorida boutique a partir de cartón en el SoHo de Nueva York

La firma Nuhü Division presenta la cara más divertida y artística del cartón en su Pop-up store 

Cartonlab

Se trata de un nuevo proyecto del estudio murciano Cartonlab, que una vez más se une junto a Studio Animal, para presentar una Pop-Up store sostenible. La instalación artística, considerada un espacio comercial, se encuentra en pleno SoHo neoyorquino, creado a partir de uno de los materiales más duraderos, sostenibles, resistentes y versátiles: El cartón. Considerado honesto y humilde pero con capacidad de elevar la calidad de los diseños si se emplea con inteligencia y creatividad.

El arquitecto Javier Jiménez de Studio Animal ha sido uno de los principales colaboradores con el estudio de diseño y arquitectura Cartonlab para lograr este efímero espacio lleno de innovación, creatividad y color. El diseño de la tienda ha sido elaborado para Nuhü Division, una firma de moda estadounidense que formará parte del SoHo, uno de los barrios más distinguidos de Nueva York.

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Cartonlab presenta un diseño sostenible lleno de geometría y color

La marca cuenta con 115m^2 de superficie útil para presentarse ante el público, siempre con un objetivo claro del que ambas firmas involucradas en el proceso son parte, la sostenibilidad. Nuhü prioriza la confección de sus productos a partir de materiales sostenibles, usando siempre algodón 100% orgánico para sus prendas y cartón para esta tienda ecológica.

Este proyecto ha sido producido en tan solo un mes, un proceso que ha incluido su diseño, fabricación y montaje. La facilidad de creación de esta vanguardista tienda temporal se debe a la sensacional conexión y sintonía de ambas partes. El arquitecto Pablo García Mora, cofundador de Cartonlab nos explica sobre el origen del proyecto: 

 

“Desde Nuhü Division contactaron con nosotros para preguntarnos por algunas piezas de mobiliario en cartón de nuestra tienda online. Nos interesamos por su proyecto y profundizamos más en él. Detectamos que merecían una propuesta más amplia que se adaptara a sus necesidades y que la incorporación de Studio Animal al proyecto iba a aportar el salto de calidad necesario”.

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Un Pop-Up store ha de centrarse en la experiencia de usuario, ha de resultar atractivo a este además de impactante y debe llamar la atención de aquellos que lo vean desde el exterior, a los que proporcionarles ganas de informarse sobre el productor y entrar en la tienda. Este proyecto cumple con todos estos factores además de jugar también con el factor sorpresa e irradiar creatividad. 

El arquitecto de Studio Animal Javier Jimenez comenta que

“era necesario adaptarse a la forma alargada y peculiar de este tipo de locales del SoHo, que exigen soluciones integrales e ingeniosas que hagan viable y faciliten el trabajo en espacios reducidos. Y de estos requerimientos y necesidades nacieron los dos conceptos básicos sobre los que se articula el diseño del proyecto: el juego de geometrías y el uso potente del color”.

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La estructura que hace uso de la geometría diagonal integra las prendas de ropa a la perfección entre los coloridos pórticos. Además de cartón, estos cuentan también con una estructura de madera en su interior y su exterior se basa en colores utilizados por Nuhü en su nueva colección y está plenamente inspirado en elementos y zonas urbanas de Nueva York, donde la marca encuentra su origen. 

El arquitecto y fundador de Studio Animal remarca los esfuerzos detrás del diseño, que cuando se ilumina alcanza su máxima expresión.

 

“El resultado es un diseño colorista perfectamente integrado con las prendas expuestas, para las que también hemos diseñado unos maniquíes prototipo en cartón”.

Pablo García Mora admite que

“en una producción de este tipo son habituales los imprevistos, acelerones e incluso algún quebradero de cabeza que otro” y recalca, entre ellos, “el rediseño que hubo que hacer de la estructura de madera de los pórticos hasta que quedaron perfectamente adaptados, así como la decisión inesperada de cambio de local teniendo que adaptar todo el planteamiento del diseño al nuevo y que resultó finalmente ser mucho mejor”. 

“La diferencia horaria entre España, Miami (dónde se produjo y materializó el diseño) y Nueva York, también marcó el ritmo diario de trabajo, aunque finalmente llegamos a un final feliz”, finaliza García Mora, “gracias a la profesionalidad y experiencia de todo el equipo implicado”.