Lumen publica la última obra de Jean-Marie Gustave Le Clézio, premio Nobel de Literatura. Canción de infancia narra las estremecedoras experiencias de su infancia como niño de la guerra. Sirviéndose de dos cuentos, Le Clézio cuenta cómo es la pertenencia, el amor y el descubrimiento del mundo a través de la mirada de un niño.

J.M.G. Le Clézio, nacido en 1940 en Niza, es uno de los novelistas más célebres de Francia y recibió el premio Nobel de Literatura en 2008. Canción de infancia es su último trabajo publicado el pasado 15 de abril. Trata temas como la guerra, la memoria, la identidad, las mujeres, la violencia, la nostalgia, el futuro, la pobreza… Invita a la reflexión y abre debates sobre aspectos como los nacionalismos o el paso del tiempo.
«No voy a hacer un relato cronológico. Los recuerdos son aburridos y los niños no saben de cronología», escribe Le Clézio. «Para ellos, los días se suman a los días, no para construir una historia sino para agrandarse, llenar el espacio, multiplicarse, fracturarse, retumbar». Estas son las primeras palabras de Canción de infancia que, más que una autobiografía, es una geografía emocional. La novela comienza con uno de los primeros recuerdos de la infancia del autor, cuando una bomba explotó en su casa en Niza, un acontecimiento que cambió su manera de ver el mundo desde una edad temprana. Contrasta con otras vivencias de su niñez, también relatadas en la novela, sobre su vida idílica en la Bretaña.

La primera parte del libro habla de esa vida en el litoral de Finisterre, donde Le Clézio veraneó entre 1948 y 1954. El amor por la tierra, la naturaleza que lo rodeaba y la lengua bretona hacían que no diese la impresión de que pasase el tiempo. Los trigales, bosques, ríos, tejados de caña y casas de piedra eran parte de ese lugar bucólico y paradisíaco.
Sin embargo, cuando Le Clézio vuelve a Niza, no reconoce la ciudad en la que nació, pues esta ha sido tomada por la revolución urbanística, carga de rotondas, carreteras pintadas de blanco, bolados y pancartas. El autor se muestra descontento con este cambio que ha hecho desaparecer actividades como la pesca y ha terminado arruinando el paisaje.
En la segunda parte, Le Clézio relata sus años en Niza cuando la ciudad estaba ocupada por las tropas italianas durante la Segunda Guerra Mundial. De esta época, el autor recuerda sensaciones como el miedo o lo que fue para él descubrir la violencia. Sin embargo, lo que más le marcó fue el hambre que vivió durante esos años. «El hambre a la que me refiero la sentí en la primera infancia, durante la guerra. Es de lo único que me acuerdo. No era un hueco sino un vacío, en el centro de mi cuerpo, todo el rato, a cada instante, un vacío que nada puede colmar, que nada puede saciar», narra Le Clézio.
Defensor de un mundo multicultural, la ecología y apóstol del mestizaje, Jean-Marie Gustave Le Clézio reivindica la dignidad de hombres y mujeres y muestra su amor por la cultura en sus obras. Canción de infancia explora una etapa tan vital como es la niñez, la suya, marcada por la guerra, y la de los niños de hoy en día, por las restricciones de la pandemia.