Calma Nórdica, la Galicia más tranquila y salvaje

Calma nórdica es la casa rural que se inspira en los graneros del norte de Europa

En la comarca del Ortegal, muy cerca de lugares como los acantilados de Loiba o San Andrés de Teixido se encuentra Calma Nórdica, una casa rural que está inspirada en los graneros que se encuentran en el norte de Europa. En ella se puede disfrutar de la Galicia más tranquila y salvaje a la vez.

Calma Nórdica

Se trata de un proyecto único de la comunidad que nació de las ganas de apostar por un estilo constructivo distinto a las casas rurales gallegas típicas. A pesar de ello, está integrado a la perfección en el entorno en el que se encuentra y apuesta por la belleza de lo simple y la innovación en lo artístico y en lo paisajístico. La casa ha sido creada por el estudio de arquitectura ModoDomo arquitectura y la interiorista Petunia Fernández Hidalgo.

Es un lugar exclusivo en el que los huéspedes se podrán relajar y disfrutar de la instalación. Su luminosidad es algo característico, al igual que la madera de pino. Ambos le aportan calidez y ayudan a que los huéspedes se sientan como en casa. Al estar en contacto con el jardín y con la ría, hace que no solo dé una sensación de resguardo en su interior, sino que también te hace sentir en plena naturaleza.

En la planta baja de Calma Nórdica hay dos habitaciones dobles, un baño, una lavandería y una zona de estar. Asimismo, es en esta zona en la que se encuentra el comedor, que también incluye una cocina de isla en la que da la sensación de estar cocinando en el exterior.

Calma Nórdica
Calma Nórdica

Por su parte, en la planta superior de la casa hay una habitación en suite que incluye baño y vestidor. También se encuentra aquí el gimnasio, una zona adaptada para poder trabajar y un área de lectura cuyas vistas dan a la ría.

Desde Calma Nórdica hay unas alucinantes vistas a la ría de Ortigueira y también a la sierra de A Capelada. Calma Nórdica se encuentra situada en una finca privada donde el edificio está rodeado por un patio y un jardín en varios niveles con terrazas, que cuelga sobre un campo de manzanos, los cuales florecen al final de cada primavera. Además, la casa rural cuenta con el equipamiento necesario para el máximo disfrute de la estancia en el lugar con la mayor comodidad posible.

La situación sobreelevada del jardín lo ha convertido en un jardín infinity. Este tiene un cuidado especial y se trata de mantener su aspecto rural, en concordancia con las parcelas que lo rodean y su entorno. Bajando en la finca de Calma Nórdica se encuentra el huerto, donde se han cultivado hortalizas de temporada y aromáticas. Los visitantes podrán utilizarlas para hacer comidas como ensaladas.

Calma Nórdica
Calma Nórdica

El Cabo Ortegal, a menos de 15 km. de Calma Nórdica, ha sido declarado un Lugar de Interés Comunitario. Es una península muy montañosa que se encuentra en el municipio de Cariño y se trata del punto en el que el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico se encuentran. Consta de dos puntas: la Punta dos Aguillóns y la Punta do Limo. En la primera de ellas es en la que se sitúa el faro y en todo el entorno se pueden vislumbrar acantilados de unos 300 metros de altura.

Calma Nórdica

Cerca de la estancia hay numerosos lugares emblemáticos que se pueden visitar. Los acantilados de Loiba es uno de los paisajes naturales cercanos al que acudir. Este sitio ha alcanzado una gran popularidad no solo por sus increíbles vistas, sino también por un banco de madera que se encuentra situado en el Mirador de O Coitelo. Además, la marea que choca con ellos ha ido creando cuevas muy curiosas llamadas furnas. A los pies de los acantilados también se pueden ver varios arenales, como O Picón, Ribeira Grande o Gaivoteira.

Otro de los lugares geológicos de interés cercano es la Sierra de A Capelada cerca de Calma Nórdica, lugar cuyo protagonista es un acantilado, en este caso, uno de los más altos de Europa. Vixía Herbeira se encuentra a 620 metros sobre el nivel del mar y desde él se puede ver la magnitud del resto.

Pero también se podrá disfrutar del Festival Internacional del Mundo Celta. Se trata del máximo exponente de la música tradicional en Galicia. Es un espacio libre en el que se junta gente de todas las tribus que llegan desde diversos lugares del mundo. El festival nació en 1978 gracias al esfuerzo de la Escola de Gaitas de Ortigueira con un gran espíritu de libertas y un carácter folclórico. En el año 2000 el evento abría las puertas a otros tipos de música, no necesariamente celtas. Cada edición acuden miles de visitantes y cada vez se refuerzan más las infraestructuras y los servicios ofrecidos para poder disfrutar la experiencia al máximo.

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Fotografía de Xabier Carrasco