Imágenes que evolucionan André Butzer
André Butzer (Stuttgart, 1973) es uno de los pintores más relevantes a nivel internacional de las últimas décadas. Su visión de la historia de la pintura y su combinación de elementos del pop y de la abstracción articula un imaginario peculiar y único.
Desde hace décadas su pintura ha transitado diferentes caminos, y a día de hoy, tras 25 intensos años de carrera, y ya con cierta perspectiva, podríamos ordenarla en periodos, tipos o series, que pese a su disparidad, confluyen en un solo lugar.
Su concepción acerca de los elementos de la naturaleza y su representación en la pintura, que en ocasiones responden a su propia imaginación, son alegrías de la poesía y el arte del hombre. En palabras del propio Butzer, las imágenes evolucionan, se legitiman y recorren juntas un camino.
La comisaria española Pilar Soler ha tenido la oportunidad de conversar con él acerca de algunos asuntos importantes en su pintura.
PS: He leído que le interesa Paul Cézanne y que ha investigado profundamente su obra. Es un artista que me fascina mucho. ¿Qué le atrajo de Cézanne?
AB: Llevo mucho tiempo sin entender nada de Cézanne, es más, hasta hoy. Está más allá de la comprensión y sigue siendo inexplicable. Se trata de lo inexplicable. Yo no soy Cézanne. Y tengo que respetar esto.
¿Cree que a través de sus estudios sobre Cézanne pudo extraer las claves para explorar los límites de la figuración y la abstracción en su propia obra?
No tengo ni idea. Me ayudó a ver mis innumerables límites con claridad así como el pequeño propósito que me queda. Tuve que verme a mí mismo en el lugar al que pertenezco. Ni siquiera puedo afirmar nada de Cézanne. Es el jardinero y el difunto. No tiene rostro y el arte es un cementerio.