Alicia Sanz: esfuerzo recompensado, cine con COVID-19 y el 8-M

Alicia Sanz
Fotos: Agustín Escamez y Pedro Marnez. Maquillaje: Noemí Nohales

 

Alicia Sanz nació en Ceuta, y sus primeros pasos en el mundo del cine fueron en series tan conocidas como: Gavilanes, Amar es para siempre o Bandolera

Sin embargo, decidió continuar su trayectoria profesional en Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de participar en vídeoclips del Dj y productor de moda Kygo.

Ahora, el personaje de Doña Urraca de Zamora de la serie El Cid, le ha traído de vuelta a España. Con motivo del 8-M nos da su visión sobre la situación actual de la igualdad de género.

Entrevista a Alicia Sanz

Pregunta: Ud. es de Ceuta, pero aseguran que se ha convertido en «la gran promesa de Hollywood». Como mujer española, ¿qué se siente al haber conseguido tal reconocimiento en un sector tan complejo?

Respuesta: Siento satisfacción; creo que a todos nos pasa cuando nos reconocen nuestro trabajo. A mi Alicia pequeña se le dibuja una sonrisa al saber que todo el esfuerzo trae su recompensa, y que cuando confías en ti y te guías por lo que sientes llegas a buen puerto.

P: ¿Cómo ha afectado la COVID-19 al cine? ¿Y en especial a las mujeres?

R: El cine ha sido afectado directamente, y eso ha hecho que todo esté cambiando mucho; sobre todo la forma en la que consumimos audiovisual. Gracias a las plataformas, esas películas que casi no se ven en cine, encuentran una salida de la que puede disfrutar un mayor publico.

A las mujeres también más porque desgraciadamente a día de hoy los despidos son mas a mujeres que a hombres. Quizás por ese residuo que nos han metido en la cabeza de que los hombres están mas cualificados para no sé qué trabajo…

P: ¿En qué puede ayudar y “educar” el cine a la sociedad para lograr una igualdad de sexos?

R: Creo que cada vez hay más historias contadas desde el punto de vista de una mujer, y era algo muy necesario. Normalizar que un chico se ocupe de los hijos o la tarea del hogar, que una mujer sea fuerte, que un hombre exprese sus sentimientos y llore.

Creo que ver todo esto normalizado en la pantalla ayuda a que se normalice en la sociedad, a ir grabándolo en el subconsciente también. No hace muchos años que los anuncios de lavavajillas o tareas del hogar eran deber de una mujer.

P: ¿Cree que realmente ha ido cogiendo fuerza el 8-M durante estos últimos años? ¿A qué se debe?

R: Sí, recuerdo hace como unos 10 años de buscar en el diccionario la palabra feminista porque nunca la había oído. Creo que la evolución de la tecnología, y sobre todo internet y que podamos estar globalmente conectados, ha ayudado a dar luz a un problema que sigue existiendo desde hace mucho tiempo…

P: ¿Qué ha pasado con el sector femenino durante la pandemia? ¿Puede que haya caído más peso, si cabe, en las mujeres al tener que trabajar desde casa, y además tener que cuidar del hogar y los niños?

R: Yo creo que en la mayoría de los hogares sí; aun hay mucho trabajo por hacer para llegar a esa igualdad. Hoy en día el ‘llevar una casa adelante’ es responsabilidad sobre todo de la mujer.

P: ¿Qué piensa de que, en marzo de 2020, hubiera voces que culpasen a la manifestación de los contagios? ¿Qué se debería hacer este año para manifestarse a favor de la mujer en tiempos de pandemia?

R: Creo que ahora mismo vivimos un momento muy delicado y tenemos que cuidarnos y evitar aglomeraciones. Si yo me pregunto que puedo hacer por luchar por la igualdad… me viene algo así como ser valiente a la hora de emprender nuevos retos, rodearme de mujeres en puestos que normalmente son para hombres. Luchar para que, por ejemplo, en un equipo de rodaje eso este equilibrado.

P: ¿Cuál sería el modelo ideal de conciliación entre la mujer, trabajo y familia?

R: No creo que exista el modelo ideal. Yo creo en la libertad y en el modelo que elija cada familia, siempre y cuando no sea impuesto por alguien o por la sociedad.

P: ¿Cree que la educación en los colegios, además de en las propias familias, debería ser implantada hacía la igualdad? ¿Cómo se hace esto?

R: Si claro, por ejemplo, no juzgando a los alumnos por sus preferencias o gustos; no criticar a una chica porque le guste el futbol o a un chico porque le guste el ballet.. algo tan simple como eso creo que nos puede abrir mucho mas la mente hacia esa igualdad.