La voz de la moda ética
Aja Barber se ha convertido en una de las figuras más implacables, reconocidas e influyentes de la industria de la moda. Esta estilista, consultora y escritora londinense lleva años alzando la voz contra las heridas que el consumismo desaforado y las compañías de fast fashion están perpetrando contra el medio ambiente y los países subdesarrollados. Con la complicidad histórica de aquellos que, deliberadamente o no, miran para otro lado.
¿Qué circunstancias te llevaron a escribir Consumed? ¿Era una cuestión de cansancio, de conciencia social, de responsabilidad…?
Estaba harta. Pero también podía percibir que la conversación al respecto estaba cogiendo mucha velocidad. Había escrito tanto sobre estos temas en diferentes webs que tenía todo el sentido del mundo recopilar las ideas en un libro y firmarlas con mi nombre. Internet puede ser un lugar muy fugaz y a veces hasta los autores son desligados de su propio trabajo. Los libros funcionan de una manera distinta. Tengo además muchísimos amigos dentro del espacio de la moda ética que tienen familiares y amigos que no entienden que lo que están haciendo es muy importante. Así que ahora pueden entregarles este libro.
Me gustaría conocer el germen de tu pasión por la industria y tus inicios como estilista y consultora.
Crecí sin tener nunca prendas de las consideradas “cool” o “adecuadas”, por lo que mi interés original por la moda surgió por la necesidad de encajar en mi entorno a través de esos elementos materiales. Pero mi interés se expandió a medida que pasó el tiempo. Ejercer como estilista para los demás es algo que siempre me ha generado mucha alegría, me encanta comprar ropa para la gente que quiero. De verdad que me hace muy feliz. Empecé asesorando a mis amigos, luego a mis familiares y, al final, acabé expandiéndome.
Siendo mujer y negra, ¿tuviste que enfrentarte al racismo y sexismo históricos de la industria para hacerte un hueco? ¿Fue un camino difícil?
Fue un camino difícil y lo sigue siendo. Tengo la sensación que si algunas veces se abre un espacio para nosotras, ese espacio es solo para una de nosotras. Y luego todavía siguen presentes problemas como el colorismo o la gordofobia. La industria tiene aún un largo camino por recorrer.
Aseguras que la industria de la moda se devora a sí misma, produciendo a un ritmo y a un precio imposibles de mantener. ¿Hay tiempo para reformular su modelo productivo o están destinados a la extinción?
Si soy honesta creo que está condenada. Y lo está porque muchas marcas no pueden dejar de hacer lo que están haciendo porque hay que satisfacer siempre la codicia de sus inversores. Muchas firmas están absolutamente jodidas por este aspecto.
Entrevista : Carlos Megía.
Fotografías : Rabya Lomas y Rida Suleri-Johnson (portada) y Stephen Cunningsworth. Portada del libro, cortesía de la Editorial Balance.