Por Íñigo de Amescua
Hay pocos materiales que estén tan entretejidos con nuestra historia, nuestra cultura y nuestra vida como la cerámica. Muy pocos contactos más íntimos, más determinantes, más inspiradores. La alfarería nos ha acompañado desde hace miles de años hasta el punto de que los científicos han definido diversas culturas humanas gracias a las características particulares de la cerámica que producían.
Gracias a la tierra cocida hemos fabricado vasijas, sarcófagos, esculturas, templos, máscaras… Hemos reflejado el mundo que nos rodea y las creencias que nos hacían encontrar nuestro lugar en él. Este material es familia. Como los hermanos Pérez Vinagre, fundadores de Terracota Mérida. Ambos nacieron en Salvatierra de los Barros, ¿puede haber un lugar mejor?, en Extremadura (España) en el seno de una familia que ya llevaba tres generaciones dando forma al barro. “La cerámica para nosotros es una forma de vida, significa mantener el respeto por todo lo hecho a mano y, más que nada, es una forma de crear con la mente, las manos y el corazón”.
“Siempre hemos tenido el respeto por el oficio en el primer lugar de nuestra lista de prioridades. Durante todo el proceso. Empezando por los primeros pasos en la producción y terminando con la pieza final. Seguimos la tradición siguiendo las huellas de nuestro abuelo Lorenzo y el resto de nuestros antepasados. El principal valor añadido que destacamos en nuestras colecciones es el aporte personal, la implicación, el compromiso. Además, tratamos de implementar el diseño en todo el procedimiento de nuestros desarrollos aunando tradición e innovación”. El que habla es Juan Manuel, uno de los dos hermanos que formaron Terracota Mérida en los años ochenta, para convertirlo en un lugar en el que se entremezclan la historia, el amor por la profesión, la cerámica, el diseño y la innovación.
Juan Manuel, que coordina y dirige el departamento de Diseño y Creatividad de Terracota, así como la gestión empresarial y la búsqueda de nuevos nichos de mercado, tendencias y experiencia de usuario, encuentra inspiración en lo más cercano: “Vivimos en una ciudad con un patrimonio histórico y arqueológico excepcional y muy rico, es muy fácil buscar inspiración aquí. Solo hace falta darse un paseo por el Museo de Arte Romano de Mérida o por nuestros monumentos… o mencionar a Gaudí, Picasso, Miró, aunque nuestra mayor fuente de inspiración, ante todo, proviene de la inspiración que recibimos de todo lo que nos rodea en nuestro día a día desde la infancia. La necesidad de estar siempre investigando e intentando buscar nuevas líneas de productos, también es importante para nuestras creaciones. Llevamos el oficio en vena”.
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