
Esta temporada, los perfumes más deseados huelen a naturaleza, a libertad, a elegancia salvaje con Acqua di Parma. Las fragancias con alma de bosque, cargadas de matices verdes, musgo fresco, maderas nobles y hierbas aromáticas, conquistan el olfato de quienes buscan autenticidad y sofisticación. Dentro de esta tendencia irresistible, la familia fougère se impone como la favorita del momento: fresca, envolvente y profundamente evocadora. Y si hay una firma que ha sabido transformar estos ingredientes en verdaderas obras maestras olfativas, esa es Acqua di Parma, icono del lujo italiano y sinónimo de excelencia artesanal.
Fundada en 1916 por el barón Carlo Magnani, esta casa de perfumería nació del amor por Italia, su paisaje, su luz y su cultura. Con el paso del tiempo, se ha consolidado como referencia mundial en el universo de las fragancias exclusivas, defendiendo siempre un estilo sobrio y refinado que rinde homenaje al arte de vivir mediterráneo.
Cada una de sus creaciones es una invitación a disfrutar de los pequeños placeres: un paseo al amanecer, la brisa marina en la piel, el susurro de los árboles en un bosque tranquilo.
Las composiciones inspiradas en la naturaleza han cobrado una fuerza inusitada en el último tiempo. No es casual que los perfumes con notas de vetiver, pachulí, lavanda, musgo de roble o maderas resinosas estén hoy en el centro de todas las miradas. Evocan una conexión profunda con lo esencial, con ese mundo vegetal que calma, renueva y reconforta. La familia fougère, que combina notas frescas, herbales y amaderadas con un equilibrio casi alquímico, se adapta a la perfección a esta nueva sensibilidad.


Entre las propuestas más celebradas se encuentra Buongiorno Eau de Parfum, una fragancia que captura la pureza de un bosque al despertar, justo después de una noche de lluvia. Sus notas verdes iniciales, cargadas de bergamota italiana, pomelo y naranja sanguina, dan paso a un corazón con toques de romero, ylang-ylang y absoluto de hojas de naranja. La base terrosa de vetiver y pachulí sostiene el conjunto con elegancia. Es un perfume que no solo perfuma, sino que transporta.
Para quienes prefieren una versión más luminosa y chispeante, Mandarino di Sicilia Eau de Toilette ofrece una interpretación que gira en torno a la mandarina verde. Aquí, el frescor de los cítricos convive con el verdor de la hierbabuena y el petitgrain, todo ello suavizado por un fondo cálido de madera de cedro. Es un soplo de vitalidad, limpio y elegante, que sugiere mañanas soleadas y paisajes mediterráneos abiertos al mar.
Hay también propuestas que combinan el espíritu clásico de una colonia con un enfoque contemporáneo. Tal es el caso de Colonia Futura, que arranca con una explosión cítrica de bergamota, limón y pomelo, animada por un toque especiado de pimienta rosa. El corazón floral, dominado por la lavanda y la salvia, se despliega sobre una base de vetiver que le aporta una profundidad aromática característica. Fresca, moderna y versátil, se adapta con naturalidad a cualquier ocasión.
El higo, con su dulzura verde y textura envolvente, también aparece como nota protagonista en Fico di Amalfi Eau de Toilette. Acompañado de jazmín, pimienta rosa y un fondo suave de benjuí y cedro, ofrece una experiencia olfativa equilibrada, que se mueve entre la ligereza cítrica y la sensualidad frutal.

Quienes buscan algo más robusto, con un perfil más amaderado y profundo, encontrarán una opción irresistible en Quercia Eau de Parfum, una fragancia construida alrededor del musgo de roble. La haba tonka y la madera de cedro se combinan con cítricos brillantes para dar forma a una composición que recuerda a una caminata matinal por un bosque espeso y húmedo. Envolvente y elegante, esta esencia tiene un carácter atemporal que no necesita presentaciones.

Finalmente, Bergamotto di Calabria Eau de Toilette completa este recorrido aromático con su luminosidad característica. La bergamota es la gran protagonista, potenciada por notas de jengibre rojo, vetiver, musgo y madera de benjuí, que aportan una profundidad serena y natural a su frescura inicial.
A través de cada una de estas fórmulas, la maison italiana demuestra que es posible capturar el alma de la naturaleza en una botella. Sus fragancias no siguen modas pasajeras, sino que interpretan emociones, paisajes y momentos con sensibilidad y maestría. En un mundo cada vez más acelerado, los perfumes que huelen a bosque, a campo, a verde vivo, se convierten en una forma de resistencia suave, de lujo consciente. Y pocas marcas han sabido contar esta historia con tanta delicadeza.