Hierve, la primera película de Philip Barantini, llega el 29 de diciembre a Filmin

“La vida es una sola toma, no hay vuelta atrás”, me explica Philip Barantini cuando le pregunto sobre su peculiar debut cinematográfico, Hierve (2021). Una sola secuencia de 92 minutos donde el ambiente de cocinas se convierte en una olla a presión con un final anunciado.

El trasiego de camareros se desliza entre la mesa de comensales racistas y la de los influencers soberbios. A pocos metros de ellos, una pareja celebra su cena de pedida con una nota de preferencias muy precisa: alergia a los frutos secos. Con los empleados descontentos y un jefe de cocina al borde del colapso, de la mano de Barantini se amplifica ese aire angustioso y a contrarreloj que muchos viven todos los días en su jornada laboral. Acompasada por una banda sonora de auténticos fogones, la heroica lucha de Andy Jones (Stephen Graham) por mantener el negocio a flote le hará correr la suerte de antihéroe, llevándole hasta su punto de cocción (boiling point, título de la película en su versión original).

Rodada en una sola toma, el filme, que se podrá disfrutar desde el día 29 de diciembre en Filmin, es el tercero de los cuatro rodajes completos que hicieron sin un solo corte, con el que el ex actor y también chef, ahora director novel, nos convierte en uno más del equipo de cocina de un ajetreado restaurante londinense durante una intensa noche. Ilusiones rotas, envidias latentes y giros esperados bajo un ritmo no solo vertiginoso, sino real.

Hierve

Has sido actor durante 25 años, ¿tenías experiencia como director?

No tenía, empecé en 2018, pero desde hace 15 años siempre he querido dirigir algo, pero no lo hacía por la falta de confianza. Entonces mi madre falleció de repente hace 5 años y no se, pensé que la vida es muy corta y que debía lanzarme

Al no tener experiencia ¿fue fácil sacar el proyecto adelante?

Sí, hablé con un amigo mío que es productor, el mismo que ha producido esta película. Le pedí consejos por escuelas de cine, pero me recordó que llevaba 25 años trabajando en películas “tienes aptitudes para el cine”. Pensé que a lo mejor estaba en lo cierto, así que hice un corto. El primer día en el set me sentía cómodo, todo fluía de forma natural. Creo que mi fortaleza es el trabajo con los actores; entiendo todo el asunto técnico de las cámaras pero yo solo acostumbro a decirle al director de fotografía qué es lo que quiero que salga en pantalla. Yo me centro en los actores.

¿En qué medida has influido en su interpretación?

Antes de la película, para ganar dinero mientras era actor, porque no estaba siendo todo lo exitoso que quería, estuve trabajando en cocinas. La historia de la película es mi experiencia, lo que yo he vivido, así que el tema y los sentimientos estaban presentes en los ensayos.

Hierve

¿No es en cierto modo la profesión de director como la de chef jefe?

De verdad que sí (…risas…) Yo empecé desde abajo, lavando platos. Trabajé para chefs horribles que te tiraban cosas, así que me prometí a mí mismo que si llegaba a chef no iba a tratar a mi equipo así. No consigues sacar lo mejor de ellos. Cuando lo logré, me aseguré de que todos participásemos como una familia y traté de trasladar ese concepto al rodaje. Ellos saben que pueden venir a mí siempre que quieran con ideas.

Pero mantener un espíritu familiar no es lo único que hace falta para sacar adelante un restaurante

Sí, es muy difícil porque las familias también pelean y el marco de estrés de estas situaciones puede acabar siendo una catástrofe. Hay mucha más ayuda para la gente actualmente en la industria de la cocina, personas que han acabado desarrollando problemas de salud mental o adicciones. Hace cinco años nadie te ayudaba, pero la situación sigue siendo complicada: muchas horas juntos muchas personas distintas con distintas experiencias. Va a haber tensión

¿La mezcla de acentos es un reflejo de la gente que conociste aquellos años en cocinas?

Exactamente. Muchos de ellos eran ingleses pero para mi era importante mostrar la riqueza cultural del UK que trabajan en restaurantes. Encontramos a un elenco fantástico.

Hierve

Y el acento del personaje, no parece ni inglés.

(…risas…) Sí, él es de Liverpool. En Inglaterra los acentos son demasiado variados, el acento de este personaje no lo entienden ni algunos ingleses…

Además de los acentos, imagino que el mayor reto de la película fue hacerla en un solo plano secuencia.

De verdad que sí. Primero teníamos que tener diseñado el rodaje y luego ya encontrar al equipo. Pero el mayor reto fue que teníamos que rodarla en cuatro noches de Marzo de 2020 con 8 únicas tomas, 8 películas entre las que escoger. Después de la primera noche nos confinaron, el productor me dijo que solo nos quedaba una oportunidad, la noche siguiente. Solo nos quedaban dos intentos así que fue una gran presión. La tercera toma es la película.

¿Por qué querías dejar el final abierto?

Quería que la audiencia saliese de la película preguntándose las cosas. La idea del final está basada en lo que le pasó a un amigo mío, que colapsó después del servicio. También quiero que la audiencia sea consciente de lo duro que puede llegar a ser el trabajo y estar en un ambiente tan estresante, tomando drogas para lograr aguantar.