8M-Flamencas por derecho: Entrevista a Ángeles Cruzado
«Flamencas por derecho» nace el 8 de marzo de 2013.
Se trata de un blog que se dedica a reconstruir y divulgar las historias de cantaoras, bailaoras y guitarristas flamencas del siglo XIX y primera mitad del XX, para poder darles el lugar que merecen en la historia del arte jondo.
Ángeles Cruzado es la encargada de localizar toda la información, redactar los artículos, buscar las fotografías correspondientes a cada artista y editar y maquetar la web.
1- ¿Qué quieres conseguir con tu trabajo?
Pretendo, en la medida de mis posibilidades, visibilizar la labor de muchas mujeres que han formado parte de la historia, pero que no siempre tienen su sitio, porque han caído en el olvido o no se las ha valorado como merecen.
También me parece muy importante llamar la atención sobre las dificultades que muchas de ellas tuvieron que superar por el mero hecho de ser mujeres para poder realizarse profesionalmente en un mundo que, durante mucho tiempo, no se consideró idóneo para ellas, no por falta de aptitudes, sino por cuestiones de índole moral.
2- ¿Qué aspectos tienen que existir para que escribas sobre ese caso en el blog?
El único requisito es que sean artistas flamencas de finales del XIX o principios del XX, y que consiga encontrar un mínimo de información sobre ellas que me permita contar algo interesante.
En el ámbito del flamenco, durante mucho tiempo se ha transmitido el conocimiento de manera oral, muchas veces sin rigor, y eso es algo de lo que huyo.
No me valen los rumores ni las leyendas, sino sólo los datos que estén debidamente documentados.
3- ¿Hay algún caso que te haya sorprendido y que destacarías el 8-M?
Aunque es difícil elegir sólo uno, destacaría el caso de Amalia Molina, una bailaora, cantaora y cupletista que se hizo a sí misma y dio un vuelco al género de las variedades.
Fue una mujer muy creativa y, en un momento -principios del siglo XX- en que imperaba la sicalipsis y se valoraba a las artistas en buena medida por su aspecto físico, impuso un estilo refinado, en el que imperaban el arte y el sentimiento.
Además, hizo del flamenco, por entonces muy denostado, un espectáculo teatral capaz de atraer a los públicos más exigentes, empezando por las señoras.
4- ¿Cuánto de importante consideras tú tu trabajo? ¿Tienes mucha repercusión?
Esto es algo que empezó sin pensarlo, pero que ha ido tomando unas dimensiones que nunca habría podido imaginar, hasta el punto de convertirse en algo muy importante en mi vida.
El hecho de publicar mi trabajo en internet y compartirlo por redes sociales me ha permitido llegar a muchísima gente, de muy distintos lugares, y sólo puedo estar agradecida por la buena acogida que he tenido. Cada mensaje, cada comentario positivo, es un estímulo para seguir adelante, pero además, gracias a esta labor me han surgido oportunidades y proyectos que me están permitiendo crecer y desarrollar nuevas facetas, como impartir clases, dar conferencias, hacer programas de radio…
Todo esto me absorbe mucho tiempo pero, a la vez es súper gratificante.
5- Hay gente que piensa que no es tan grande la diferencia en este sector. Sin embargo, tú que estás desde dentro, tienes experiencia y lo analizas día tras día, ¿que diferencias percibes tú entre hombres y mujeres? ¿Tienen la misma visibilidad?
Podría mencionar muchos factores de desigualdad pero, por sintetizar, te diré simplemente que desde el siglo XIX se ha reservado a las mujeres el ámbito del baile, mientras que el cante y la guitarra, que implican un mayor componente intelectual, han sido cosa fundamentalmente de hombres.
Las estadísticas muestran que esta división sexual del trabajo aún sigue estando vigente.
Asimismo, a las mujeres se les da menos espacio en las programaciones de los festivales y eventos flamencos, y no por falta de méritos.
Como dices, hay quienes cuestionan este tipo de reivindicaciones, alegando que han existido importantes figuras femeninas, como la Niña de los Peines. Sin embargo, se olvidan de mencionar a todas aquéllas que tuvieron que abandonar su profesión para casarse y llevar una vida «al uso», de las que nunca pudieron ser profesionales a pesar de tener cualidades para ello, de las que sólo pudieron serlo tras enviudar…
6- ¿Te tomas tu trabajo como un deber o como un hobbie? ¿Disfrutas haciéndolo?
Podría decirte que como una mezcla de ambas cosas. Empecé por puro placer y continúo por eso mismo, porque disfruto mucho con ello y es una labor que me da grandes satisfacciones.
Al mismo tiempo, creo en lo que hago y con ello espero aportar aunque sea un granito de arena a la lucha por la igualdad.
