En el corazón de Deià, un pueblo con encanto ubicado en Mallorca y que ha inspirado a artistas y escritores durante décadas, La Residencia, a Belmond Hotel presenta una restauración tan delicada como significativa: la Villa Robert Graves, renovada por el prestigioso Studio Ashby.
La apertura de esta villa en abril de 2025 marca un nuevo capítulo para este espacio íntimo, concebido como un refugio para quienes buscan belleza, privacidad y una conexión auténtica con el entorno.

La villa en cuestión recibe su nombre del célebre poeta británico Robert Graves, cuyos escritos hablaban de la belleza de Deià. En sus instalaciones se pueden hospedar seis personas y ofrece a sus huéspedes total privacidad e intimidad a solo cinco minutos a pie del hotel, donde pueden disfrutar de todos sus servicios y comodidades.
Para la intervención de Sophie Ashby, fundadora del estudio londinense Studio Ashby, se responde a una filosofía de diseño donde el arte, la artesanía local y el respeto por la historia son elementos centrales. Basándose en su estilo ecléctico, pero sin alterar la identidad original del edificio, Ashby ha revitalizado la villa mediante una cuidadosa superposición de texturas, objetos y referencias culturales que dialogan con el arte y a la vez con el paisaje de la Sierra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Y es que la renovación es un ejercicio de sintonía con el lugar. Materiales nobles como el roble, la madera teñida de verde o la terracota en tonos naturales conviven con lámparas de hierro forjado y elementos de vidrio soplado producidos por artesanos mallorquines.



El resultado es un espacio contemporáneo con alma, donde cada rincón cuenta una historia. De hecho, Ashby seleccionó a mano piezas antiguas únicas heredadas de la finca junto con exquisitos elementos decorativos españoles, recurriendo a los artesanos locales para incorporar detalles.
Las piezas antiguas de la finca conviven con una curada selección de la colección de arte del hotel conservada desde 1984 por la familia Sheridan y crean una narrativa visual que evoca tanto el pasado como el presente creativo de la isla. Para esto, la colaboración con la asesora de arte Cecile Sheridan fue clave para mantener el espíritu ecléctico y expresivo que caracteriza a La Residencia.
En medio de los detalles y la superposición de formas, colores, estampados y antigüedades destaca un homenaje al escritor Robert Graves: un mural del artista local Jorge Estévez Valencia ocupa un lugar central en el comedor, inspirado en versos del poema «El clima del pensamiento». Una muestra más del arte y la decoración entrelazados en esta propuesta que quiere aproximarse al concepto de «experiencia estética habitable».
Espacio para la intimidad, sin renunciar a la hospitalidad
La Villa, con su capacidad para seis personas, ofrece un equilibrio entre privacidad y acceso total a los servicios del hotel. Distribuida en tres plantas, cuenta con una cocina equipada, bar, sala de estar, varias terrazas, piscina, comedor exterior y dormitorios que priorizan la flexibilidad pues dos de ellos pueden configurarse con camas individuales. El diseño también contempla espacios para el descanso y la convivencia, pensados tanto para familias como para grupos de amigos.
Además, la conexión entre interiores y exteriores es fluida: las vistas a la montaña se integran en la arquitectura y el mobiliario dialoga con el entorno sin imponerse. Las amplias terrazas y la cocina exterior refuerzan una forma de vivir y disfrutar que es propia del estilo de vida mediterráneo.


Una invitación a explorar Mallorca
Los huéspedes de la villa tienen acceso a todas las propuestas de La Residencia, Belmond Hotel, desde las vistas similares a los paisajes de Deià, las experiencias gastronómicas como las cenas en el restaurante El Olivo o los almuerzos frente a obras originales de Miró, hasta actividades al aire libre y tratamientos en su spa. El hotel también ofrece un programa de aventuras mallorquinas: paseos en barco al atardecer, talleres con artistas residentes, caminatas guiadas y rutas en bicicleta por la isla, en colaboración con la firma italiana Bianchi.
En términos generales, la renovación de la Villa Robert Graves es el resultado de una colaboración respetuosa entre el legado cultural de Mallorca, la visión contemporánea del diseño internacional y el compromiso de Belmond con las experiencias. Se trata de una apuesta por poner el arte en el medio mientras se une el confort con la belleza natural en cada detalle.