Valldaura Labs: la masía transformada en laboratorio

Los edificios antiguos guardan grandes historias, y una masía de finales del siglo XIX no podía no reinventarse. La finca que la rodea se fundó en 1150 con el objetivo de crear un monasterio del Císter, más tarde pasó a ser el palacio real de los Condes de Barcelona y desde 1517 hasta la revolución industrial fue un condado independiente. Pero en 1888, año de la primera Exposición Universal de Barcelona, el industrial harinero Francisco Guardiola construyó la que sería su residencia ocasional. Y ahora, esta masía agrícola ha pasado a ser la protagonista de Valldaura Labs.

Valldaura Labs es el nuevo proyecto del Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalunya que está en manos del arquitecto valenciano Vicente Guallart y que consiste en la creación de un laboratorio a partir de una antigua masía. El espacio rural escogido es una construcción rural de tres plantas que fue levantada en 1888 y que, por tanto, se encontraba bastante deteriorada. De esta manera, la estrategia se basa en reconstruir todos los espacios enterrados, tanto debajo como en los alrededores del edificio, para no tener ningún tipo de impacto perjudicial en el paisaje y, a su vez, dotar de una nueva vitalidad al complejo.

Este espacio emplazado en el centro del Área Metropolitana de Barcelona, concretamente en el Parque natural de Collserola, trata de concienciar sobre el Hábitat Autosuficiente y para ello, su visión es establecer un living lab en el que se produzca toda la energía que necesita para funcionar. Es un espacio que produce gran parte de los alimentos que se consumen y que obtiene madera del bosque para la construcción de sus propias estructuras y mobiliario. De este modo, se puede decir que completa el círculo de materialidad.

Las plantas

Las superiores han sido remodeladas con el fin de incluir habitaciones para los estudiantes y aulas para seminarios y grandes eventos del Master in Advanced Ecological Buildings del IAAC que se impartirá en las instalaciones. Por el contrario, las plantas bajas han sido rehabilitadas manteniendo la estructura original que alberga un comedor y un espacio para el staff.

El Green Fab Lab es una de las partes imprescindibles del proyecto puesto que, junto a una planta de biomasa, es el encargado de alimentar energéticamente el edifício. Esta parte se ha construido debajo de la plaza posterior y se ha utilizado bóvedas de ladrillo de gran escala que permiten la entrada de luz natural. Para el resto de las remodelaciones, se ha optado por ladrillos reciclados y maderas antiguas que puedan dar una continuidad material a las instalaciones.