Abandonó el banco y negro para reflejar el limbo en el que vivía la población china, en su transición del comunismo al capitalismo, en Cuando todos seamos ricos (2006) y aborda el abandono de la flota pesquera soviética en las costas de Canarias en Cargo (2008),
Family Project, todavía sin terminar, nos transporta a los lugares por donde pasó su familia en el pasado. Una búsqueda planetaria de sus orígenes y sus duelos, resultante en lo que el comisario Carlos Martín llama el “aislamiento fértil” al que el fotógrafo se somete de forma voluntaria.
Hijos de alguno de los grandes proyectos fallidos del siglo pasado, Matías Costa dibuja ,a través de las instantáneas, una ventana y un espejo: una mirada constante y obstinada hacia el interior y el exterior, que no mira al mundo a través de sí, sino que se descubre y reconoce a través de él. Despliega el trabajo de tres décadas de un fotógrafo que participa de una doble naturaleza: la de cronista y la de poeta.