TOM DIXON

Por Pilar Gómez Rodríguez

Aunque ahora sea uno de los nombres imprescindibles en el panorama del diseño mundial, Tom Dixon no tenía previsto dedicarse a ello. En realidad no tenía previsto nada más allá de hacer cosas con las manos y con aquello que se le pusiera por delante. Empezó su carrera creando muebles con chatarra y dando así una nueva vida a los materiales. En 2002 se la dio a sí mismo y se convirtió en marca. En esta entrevista, el diseñador de la doble identidad nos habla de él como persona y de su sello.

“Actualmente estamos experimentando con materiales como el corcho, el aluminio reciclado o el micelio [un material sostenible hecho a partir de hongos que se puede emplear en la construcción, como sustituto de materiales no sostenibles], pero en lo que realmente tenemos que trabajar es en la longevidad de nuestros productos.”

Ahora ya está claro que es lo que había que hacer. Pero no tanto a finales del siglo pasado, cuando algunos teóricos empezaron a hablar de la marca personal. Tom Dixon dio el paso apenas iniciado el XXI. Él es el agitador, el saltimbanqui, el inquieto diseñador que está detrás de su empresa, fundada en 2002 en un gesto que era conocido en industrias como la moda, pero un campo por explorar en el diseño. Se lanzó a ser dos: persona y marca y el tiempo le dio la razón. Especializada en mobiliario, iluminación y accesorios, Tom Dixon (empresa) tiene sedes en Londres, Milán, Hong Kong, Nueva York, Tokio, Shanghai y Hangzhou. Pero ¿quién es Tom Dixon (la persona)? En esta entrevista hay algunas claves que dan cuenta de su trayectoria profesional desde el lado más personal.

Portrait Tom Dixon MELT Dichroic Chandelier FrontOn Colour
Retrato de Tom Dixon con MELT Dichroic Chandelier. Foto:Pete Navey. Cortesía Tom Dixon.
TD Newness Jan 2023 3215
BELL Portable LED. Foto: Peer Lindgreen. Cortesía Tom Dixon.

Cuando empezó su carrera, ¿podría haber imaginado llegar a donde está hoy? O dicho de otro modo: ¿qué le dice el diseñador de éxito de hoy al músico, al bajista, que usted no pudo ser?

Nunca tuve un plan profesional, ni siquiera la ambición
de dedicarme al diseño o a la música la última cosa que recuerdo haber querido ser es bombero, a la edad de seis años. Soy perfectamente feliz trabajando en cualquier campo creativo. Lo que sí le diría a mi yo de veinte años es que aprovechara cualquier oportunidad, que creyera en sí mismo y que practicara, practicara y practicara.

¿Cómo definiría el “minimalismo expresivo” con el que he visto referirse a algunos de sus diseños?

Es reducir un objeto a lo esencial, intentando al mismo tiempo conservar y celebrar la visibilidad de su función. Con demasiada frecuencia, el minimalismo intenta ir demasiado lejos, de modo que acaba por no reconocerse —ni celebrarse— el uso de un objeto: la tetera o el sofá reducidos a un puro cubo
formal, por ejemplo.

PULSA AQUÍ para acceder a la entrevista completa…