El resort del Pacífico The Brando nos muestra sus exóticas instalaciones
Arena blanca esparcida en un gran océano de aguas cristalinas, bosques de palmeras alrededor de la costa, calma en el ambiente… Cabañas de techo bajo, piraguas y animales exóticos coronados por una gardenia tahitensis, también llamada flor de Tahití, pues muy cerca de allí se halla Tetiaroa, un enclave de pequeñas islas que maravillaron tanto al actor Marlon Brando que ahora uno de los resorts que la habitan se llama como él.
Delicadeza y lujo polinesios
The Brando muestra la belleza de la naturaleza polinesia en su máximo explendor con unas instalaciones a las que solo se puede acceder por avión privado. En su interior, se podrá disfrutar de varios restaurantes de estilos y en ubicaciones diferentes: comida tradicional polinesia, fusión entre corrientes de oriente y occidente o cocina alta francesa delante de las tenues aguas del lago que el atolón de islas rodea o una piscina.
No solo la comida está al orden del día. En la lista de lugares complementarios e instalaciones que se pueden visitar, te puedes encontrar un spa, también una pista de tenis, cruzar un puente cubierto de lirios para llegar a la biblioteca, no antes de admirar el jardín hortofrutícola de donde la comida de los restaurantes sale. Si se encuentra cansado de andar, siempre puedes ir en bicicleta o bajar a ver cómo el coral está bien cerca. La isla te proporciona todo lo que se necesita para apartarte de lo terrenal y acercarte a este idílico edén.
Dada toda la riqueza que proporciona Tetiaroa, The Brando y otros resorts de la zona realizan un gran esfuerzo por conservarla tal y como está, por lo que te puedes asegurar que la fauna y flora que te encuentres es salvaje. Por esa misma constante, el resort mantiene una contaminación e impacto mínimo en la naturaleza, tal y como sus ancestros hicieron hace tanto tiempo.