ENTREVISTA A SEBASTIAN HERKNER
Entrevista a Sebastian Herkner
Fundó su estudio en 2006 y desde entonces se ha convertido en la mano detrás de diseños muy reconocibles algunos de los cuales se han convertido en icónicos. Están hechos con materiales nobles y utilizando sabiamente el legado de los artesanos europeos que él está decidido a defender y promover en un acto de responsabilidad con nuestro patrimonio y nuestro futuro, con lo que son los rasgos de nuestra identidad cultural. Sus diseños se inspiran a menudo en el descubrimiento de una técnica o una forma de hacer las cosas que estimula su imaginación. Sus piezas se caracterizan por un peculiar sentido del color, un profundo conocimiento de los materiales y la exquisita aplicación de la artesanía, que les confiere calidez humana. Diseños que pretenden ser compañeros de vida.
¿Es cierto que se interesó por el diseño tras ver una exposición sobre el maestro danés Arne Jacobsen?
Crecí en una ciudad pequeña y en una familia en la que no había relación con el mundo de la creatividad. Mi padre era electricista y mi madre enfermera, y nunca en mi vida había oído que hubiera diseñadores de productos o de muebles. Se oía hablar un poco de artistas, arquitectos o incluso diseñadores de moda, pero nada más. Ya tenía 15 años cuando me encontré con esta exposición de Jacobsen y creo que fue la primera vez que supe que existía un diseñador de muebles. Algo hizo clic en mi cabeza, fue un momento de revelación.
Pero supongo que ya se interesaba por los muebles.
Siempre me interesaron los objetos, en mi pueblo había un día de la semana en el que la gente podía dejar sus cosas viejas delante de sus casas y yo siempre estaba con mi bicicleta recogiendo cosas que luego reparaba. Incluso encontré una silla Thonet y una Eames. ¡Mi habitación estaba llena de sillas viejas!
Imagino que aprendió mucho en el proceso de
repararlas.
Sí, aprendo mucho sobre técnicas, uniones de madera y diferentes materiales. Mi padre tenía un gran taller y siempre estábamos construyendo nuestras propias cosas, como mi cama de adolescente que hicimos juntos desde cero.
Está afincado en una pequeña ciudad cerca de Fráncfort, ¿nunca sintió la tentación de mudarse a una de las grandes ciudades como Milán o Londres?
Me mudé a Offenbach hace veintiún años y me siento bien aquí, además es una buena ubicación en cuanto a conexiones de tren y vuelos a todas partes. Ya no existe la presión de trasladarse a una gran ciudad, siempre les digo a los jóvenes diseñadores que pueden trabajar desde cualquier lugar, y desde la pandemia también sabemos lo útil que es hacer reuniones de Zoom que pueden reducir los viajes, no del todo pero sí mucho.
Entrevista : Ana Domínguez-Siemens.
Imágenes : cortesía del estudio de Sebastian Herckner.
