RENOVAR EL TIEMPO

La nueva versión del emblemático Tradition Quantième Rétrograde 7597 aúna lo mejor de la herencia relojera de Breguet con el diseño más contemporáneo y vanguardista.

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Imágenes cortesía de Breguet
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Imágenes cortesía de Breguet

Dicen que no existe modernidad sin una buena tradición. Quizá ese sea el lema que mejor defina el espíritu de la firma relojera Breguet y de su nueva versión del icónico Tradition Quantième Rétrograde 7597. El fundador de la maison, Abraham-Louis Breguet, fue artífice de las más complejas creaciones de su época y, al mismo tiempo, creador del reloj más simple que se haya hecho jamás: el ‘souscription’ (suscripción en francés), que permitía leer las horas y los minutos con una sola aguja. La estética minimalista de la pieza resultó tan adelantada a su tiempo como la forma de comercializarla: tal y como rezaba el folleto con el que se dio a conocer a finales del siglo XVIII, resultaba necesario pagar una cuarta parte del precio –600 libras– en el momento del encargo, que se realizaría, de ahí su nombre, por estricto “orden de suscripción”.

El invento supuso gran éxito para la firma despachando unos 700 modelos entre 1798 y 1805 y se convirtió en germen de otro diseño revolucionario, el reloj ‘tact’. Equipada con el calibre de suscripción, esta creación brindaba la posibilidad de conocer la hora sin necesidad de sacar el reloj del bolsillo o en momentos en los que la luz era escasa. Bastaba con sentir la flecha externa situada en la caja y encargada de reproducir la posición de la aguja para conocer la hora. Una ocurrencia perfecta en un momento en el que consultar la hora en ocasiones sociales era símbolo de mal gusto y que conquistó a clientes tan célebres como la emperatriz Josefina Bonaparte.

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Imágenes cortesía de Breguet

Más de dos siglos después de estos hitos logrados por el maestro suizo Breguet y que revolucionaron para siempre el mundo de la relojería, el Tradition Quantième Rétrograde 7597 se alza como su mejor heredero. Desde la forma de los puentes hasta el paracaídas, sin pasar por alto la dimensión del volante y de las ruedas, todos los componentes se inspiran en los relojes de suscripción y de tacto demostrando que es posible aunar en la misma pieza herencia y modernidad. Es por ello que el nuevo Quantième Rétrograde llama la atención con la arquitectura simétrica de su calibre.

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