Olivia Rougeaux, la joyera sutil

Sortija Vitis Esmeraldas
Sortija Vitis en oro blanco de 18 K 14 esmeraldas y 4 zafiros amarillos

Cuando Olivia Rougeaux parisina de origen, se traslada a Madrid tras acabar sus estudios de literatura en la Sorbona, nunca pensó que su trayectoria laboral estaría en un despacho. Tras diez años trabajando en una multinacional, Olivia decidió que era hora de volver a estudiar y se centró en la joyería artística. Alli descubrió que lo que más le gusta es dar alma a los metales y a las piedras preciosas, realizando unos diseños sutiles, delicados y únicos. Piezas de autor que realiza desde su taller, de una manera casi artesanal.

Su primera colección fue una elegía al cuerpo femenino y sus cicatrices, era una reflexión sobre el concepto de identidad expresado a través de huellas dactilares y líneas interiores de la mano, detalles de piel, heridas superficiales e interpretación de la estructura ósea. La huella dactilar como firma única es la máxima representación de la identidad; un legado físico y simbólico que revela el deseo de inyectar a la joya una dosis de sentimientos y emotividad a través de referencias personales. Una forma de retar la era digital.
Se inicia un diálogo entre lo interior y lo exterior, entre lo obvio y lo sutil y sus borrosas fronteras. En algunos casos la joya es un fragmento de piel que se superpone a la misma, convirtiéndose en una segunda piel, discreta y luminosa a la vez.

En Tendril, su nueva colección, Olivia se centra en la temática orgánica, «las plantas trepadoras y su estructura de fijación» . Se inspiró en sus filamentos en constante movimiento que se enganchan y se retuercen para adaptarse a los elementos que tienen a su alcance.