Entre el arte y la joyería, Nudo, la creación más emblemática de Pomellato, se ha consolidado como un referente en la evolución del diseño y la técnica. Cada joya de la colección Nudo se presenta como una obra maestra que fusiona la inventiva creativa, la destreza artesanal y la fascinación por las piedras preciosas. Para 2025, la marca sigue agregando piezas renovadas a la colección y destaca su proceso de creación.

Cuando Pomellato presentó Nudo a principios del milenio, su objetivo era liberar las piedras de color de las tradicionales monturas que las contenían. Es decir, Nudo nació con la idea del anillo de compromiso clásico, generalmente asociado al diamante en solitario, pero se reinterpretó para dar protagonismo a las piedras de colores. Este diseño rompió convenciones y ofreció una nueva visión del lujo, donde la piedra, en su forma más pura, era la protagonista, sin adornos innecesarios.
Con su corte característico de 57 facetas, la forma de las piedras fue diseñada para permitir que la gema se exprese de manera libre, sin la estructura rígida de las monturas tradicionales. Este enfoque presentó un modelo de diseño más flexible y, sobre todo, personal, que ha trascendido el tiempo.
A lo largo de los años, la colección se ha expandido y ahora abarca más de 130 piezas, entre anillos, pendientes, collares y pulseras, con 24 tipos diferentes de piedras preciosas. Sin embargo, a pesar de su crecimiento, el espíritu de que definió a Nudo en sus primeros días sigue presente en cada pieza pues sigue celebrando el color, la artesanía y la libertad creativa, diseñada para la mujer que busca en estas joyas algo único y personal.
También se ha enriquecido con gemas raras y excepcionales, como la tanzanita, el aguamarina y la rubelita, que amplían aún más las posibilidades expresivas de la colección.

En 2025, Nudo sigue evolucionando y adaptándose a nuevas interpretaciones. La nueva colección, que incluye versiones más pequeñas como Nudo Mini, permite una versión más delicada y accesible del diseño original, sin perder la esencia que lo ha hecho único. Todas las piezas están elaboradas en oro rosa con una selección de con topacio azul cielo o topacio London Blue, realzados por diamantes blancos.


El modelo Toi et Moi, que ya era una interpretación distintiva de la colección, se enriquece con nuevas combinaciones de piedras preciosas, como el topacio blanco y el London Blue junto al pavé de diamantes blancos. Este rediseño, más gráfico y contemporáneo, pone de manifiesto cómo Nudo sigue reinventándose a sí mismo, manteniendo su carácter innovador mientras explora nuevas formas de expresión en joyería.


Y para la versión de alta joyería, la colección se extiende a pendientes largos y anillos cocktail con un halo de diamantes blancos, que crea un audaz contraste entre el volumen del engaste y el minimalismo y refinamiento del aro.
Además, incluye un nuevo sautoir en oro rosa y blanco con nácar blanco y diamantes. Esta pieza tiene un sentido del movimiento a través de la mezcla de gemas de diferentes tamaños y su colocación irregular a lo largo de la cadena. Su versatilidad brilla a través de múltiples opciones distintivas de uso – doble vuelta, lariat o collar largo.


La selección y tratamiento de las gemas
El proceso de creación de Nudo comienza en los rincones más remotos del planeta, donde los gemólogos de Pomellato buscan piedras que no solo sean visualmente atractivas y con personalidad, sino que también tengan una gran calidad. Este proceso es crucial para el enfoque de la marca, que valora las gemas por su carácter tanto como por su calidad bajo la filosofía que siguen y han denominado como “Free Gems”. A diferencia de otras marcas, Pomellato no solo selecciona gemas perfectas, sino aquellas que son capaces de evocar una emoción. El arte de las gemas se basa en la idea de que cada piedra tiene algo más que mostrar, algo que va más allá de su apariencia.
Por ejemplo, piedras como el topacio azul London o el granate rojo son seleccionadas no solo por su color, sino por la forma en que interactúan con la luz, reflejando matices que le dan vida a cada pieza de Nudo. La piedra, al ser tallada, se convierte en un reflejo de la naturaleza misma y su interacción con la luz enriquece la experiencia estética de la joya.

Artesanía y técnica: la montura invisible

Una de las características que distingue a Nudo de otras colecciones es su montura invisible, un logro técnico que permite que las piedras floten sin un soporte visible, como si estuvieran suspendidas en el aire. Esta técnica de engaste, desarrollada por Pomellato, con la ingeniosa montura invisible patentada en oro rosa y blanco, reflejan la maestría artesanal de la marca. Así, logran fusionar tradición y modernidad en cada pieza, mostrando que la alta joyería puede ser tanto arte como ingeniería.
Este proceso, que involucra tanto la precisión del corte como la sutileza del engaste, es el resultado de un meticuloso trabajo que toma en cuenta cada detalle, desde la selección de la gema hasta el pulido final. Las manos de los artesanos, que llevan generaciones trabajando en la tradición de la orfebrería, logran convertir cada pieza en una obra de arte que va más allá del mero lujo.
La libertad de expresión personal
Otro punto que destaca en Nudo es su capacidad para adaptarse a diferentes estilos y personalidades. La colección celebra la multiplicidad de la mujer moderna, invitándola a expresarse de manera auténtica a través de la joyería. Cada pieza de Nudo permite a quien la lleva jugar con el color, la forma y la luz, transformando una simple joya en una extensión de su identidad.
Por eso mismo, una de las características de la colección es su versatilidad. Un solo anillo de Nudo puede ser una expresión sutil de elegancia, mientras que, al apilar varias piezas, se convierte en una afirmación audaz de creatividad. Nudo no solo ofrece una joya, sino una plataforma para que la mujer cree su propio estilo, personalizando su look a través de combinaciones infinitas de piedras y formas.


Y es que Nudo, como emblema de Pomellato, refleja una conexión entre la creatividad, la técnica y la personalidad de quien la lleva. Tal y como la marca de donde proviene, fundada en Milán en 1967, se reconoce por su diseño único, sus piedras preciosas de colores y su estilo elegante poco convencional. Cada joya de Pomellato está elaborada por las manos de más de 100 artesanos altamente cualificados en la sede milanesa de Casa Pomellato, combinando la mejor artesanía con un alma contemporánea.
Además, como parte de su compromiso con el medio ambiente y con el empoderamiento femenino, Pomellato ha logrado un 100% de compra responsable de oro, invierte en la trazabilidad de las piedras de color y los diamantes.