«Necesitamos un mundo diferente, no solamente desde las mujeres». Entrevista a Jana Pérez por el 8-M

Jana Pérez
Fotos: Uno Models

Como modelo ha tenido la oportunidad de vivir en lugares soñados como Grecia, Turquía o India, y como actriz en Nueva York, Londres o Los Ángeles. 

A pesar de ser española, los primeros pasos de Jana Pérez en el mundo de la interpretación fueron para dar vida al personaje de Camila Reyes, la segunda esposa de Sito Miñanco en Fariña. Ahora está centrada en el estreno de The One en Netflix (12 de marzo).

Sin embargo, también ha sabido hacerse un hueco en el mundo de la moda, concretamente con su marca Kimona by JP, la cual creó durante el confinamiento.

Entrevista a Jana Pérez

Pregunta: Tus primeros pasos en el mundo de la interpretación fueron en el extranjero. ¿Cómo dirías que es la diferencia entre hombres y mujeres en el mundo del cine fuera de España? Si es que la hay.

Respuesta: He tenido la suerte de estar siempre en buenas manos y trabajar con grandes compañeros que me han acogido con respeto y me han hecho sentir como en casa. Por otro lado, desconozco si han existido diferencias salariales en las producciones en las que he participado. Aun así, las actrices de Hollywood siguen protestando por sus salarios: lo han confirmado públicamente en numerosas ocasiones, y esto también pasa en España.

Para mí, no existe ninguna diferencia entre un hombre y una mujer, más que a nivel fisiológico. Sin embargo, en muchos países no respetan a la mujer y no le dan el espacio que merece; simplemente por ser mujer. Esto tiene que cambiar de inmediato. También en España hay muchos factores que tienen que cambiar: el acoso laboral, la diferencia salarial, el reconocimiento de la mujer en la profesión… por ejemplo, sigue habiendo muchos más hombres directores que mujeres directoras. Vivimos en un siglo donde no deberían de existir este tipo de diferencias y carencias. Seguimos repitiendo patrones que ya no encajan en nuestra sociedad.

P: Ud. que ha tenido la oportunidad de vivir en una infinitud de países, ¿qué pueden aportar estos a España para que evolucionemos hacia una completa igualdad de género?

R: Creo que en nuestro país hemos evolucionado mucho si miramos unos años atrás y si nos comparamos con otros países a día de hoy, pero todavía nos queda mucho por avanzar para conseguir una completa igualdad de género. Sin duda, poner en marcha de verdad el pacto de estado contra la violencia de genero y empezar a establecer la educación sexual obligatoria y libre de violencia en las escuelas, para que los jóvenes tomen conciencia y aprendan a respetarse y a convivir de manera igualitaria.

P: Acaba de lanzar una marca de kimonos (@kimonabyjp) ya que la moda y las redes sociales son otra de sus pasiones. ¿Cómo ha afectado la pandemia a esta?

R: La pandemia llegó sin avisar, causando mucho daño y alejándonos de nuestros seres queridos. Pero también nos ha hecho ver otras cosas, nos ha dado tiempo para nosotros y hemos podido valorar la vida en sí tal y como es. A mí me atrapó en Barcelona, y fue donde surgió este nuevo proyecto. Llevaba mucho tiempo pensando en esta idea que, por falta de tiempo, no podía llevar a cabo. Estoy feliz de haber tenido el tiempo necesario para crear algo mío, que me identifica y que, de alguna manera, me mantuvo ocupada durante el confinamiento, que no fue fácil para nadie. 

Son tiempos difíciles para todos; parece que todo se ha ralentizado, pero no hay que desmotivarse. Hay que seguir luchando y viviendo amoldándonos a nuestras circunstancias. Espero que muy pronto podamos volver a juntarnos como antes, sin miedo y sin mascarillas. Mientras tanto, sigo trabajando en este proyecto que me hace feliz y que puedo combinar con mi otra parte artística, con mi actriz.

P: Es una marca para mujeres urbanas, cosmopolitas, con inquietud por conocer diferentes culturas, visitarlas y formar parte de ellas; por lo que, ¿qué diría que enseña Kimona by JP para obtener una sociedad basada en la igualdad de sexos?

R: El kimono es una pieza única que proviene de la cultura japonesa. Tiene mucha historia detrás, lo cual a mí siempre me ha fascinado. Esta prenda la llevaba todo el mundo en Japón, sin importar el sexo ni el estatus social; simplemente servía para cubrir el cuerpo. Sin embargo, nuestro kimono no mantiene el patrón original japonés en forma de T, ya que lo hemos modificado ligeramente, amoldándolo a nuestros tiempos y costumbres.

Kimona by JP está dirigida a una mujer independiente, fuerte, trabajadora, que le gusta vivir, viajar, socializar, relacionarse con el mundo. Una mujer a la que le gusta vestir, le gusta la moda y quiere una prenda tan versátil como ella, pero que a la vez es práctica y busca la sencillez. El kimono es una pieza única de talla única que puede vestir a esta mujer con una sola prenda, o puede ser combinada fácilmente con unos jeans y una camiseta, para un look más urbano.

Hablando de esta mujer, me viene a la mente una de mis mejores clientas – ya tiene tres kimonos – que es directora comercial en una gran empresa farmacéutica; y también el último kimono que salió de taller, que se lo quedó una gran abogada y dueña de su propia firma de asesoría legal.

P: ¿Cree que realmente ha ido cogiendo fuerza el 8-M durante estos últimos años? ¿A qué se debe?

R: En 2020 no se logró lógicamente la asistencia de 2018 y 2019, pero es indudable que este movimiento ha ido cogiendo fuerza en los últimos años. El papel de la mujer está empezando a evolucionar inevitablemente, y para terminar de conseguirlo hace falta un movimiento masivo y definitivo que rompa con las barreras. Es necesario manifestarse para seguir reivindicando nuestros derechos. Necesitamos un mundo diferente, no solamente desde las mujeres. El mundo está pidiendo cambios en todos los sentidos. Necesitamos un mundo mejor; más humano, más solidario y más responsable con el medio ambiente.

P: ¿Qué ha pasado con el sector femenino durante la pandemia? ¿Puede que haya caído más peso, si cabe, en las mujeres al tener que trabajar desde casa, y además tener que cuidar del hogar y los niños?

R: Sí, desde luego. Una vez más se pone en evidencia el tema de las curas y los cuidados, que suele recaer sobre las mujeres. Siempre ha sido la mujer la que ha cuidado al enfermo o la que limpia, en general, y hoy en día la limpieza en el hogar es una necesidad prioritaria para no contagiarse. Debemos conseguir que las labores de casa se repartan de manera igualitaria. Además, el trabajo de mujeres que se dedican profesionalmente a cuidar y a limpiar está muy poco reconocido y remunerado. 

Yo no tengo niños pero imagino que ha debido de ser muy duro estar en casa teletrabajando, limpiando y cuidar de los más pequeños. Conozco los problemas que han tenido muchas familias y cómo les ha perjudicado a los niños. La falta de asistencia a las escuelas también ha sido un problema para ellos porque, aunque podían seguir dando clase vía online, muchos no tenían los mismos recursos ni el espacio necesario. En general todos nos hemos visto muy afectados.

P: ¿Qué piensa de que, en marzo de 2020, hubiera voces que culpasen a la manifestación de los contagios? ¿Qué se debería hacer este año para manifestarse a favor de la mujer en tiempos de pandemia?

R: Fue inevitable que la manifestación tuviera lugar, igual que no se evitaron otros tantos eventos deportivos y políticos. Se puso de manera excesiva la mirada sobre el 8M a la hora de justificar los numerosos contagios en aquellas fechas. Manifestarse es un derecho que no debemos perder, tomando todas las medidas apropiadas necesarias, pero en el caso de que no pudiéramos manifestarnos, también existen otras fórmulas creativas y diferentes como es el uso de las redes sociales para poder mantener el estado de reivindicación.

P: ¿Cuál sería el modelo ideal de conciliación entre la mujer, trabajo y familia?

R: La democratización de las curas y los cuidados, que es el reparto igualitario entre hombre y mujer de las tareas del hogar y el cuidado de la familia. Hoy en día el acceso al trabajo por parte de la mujer es total y sin embargo, en general, el hombre no se hace cargo de las responsabilidades familiares de la misma manera que la mujer. Hoy sigue sin reconocerse, injustamente, que la mujer se hace cargo de esta doble responsabilidad familiar y laboral. Debería producirse una evolución de patrones que ya no corresponden a este siglo ni a esta sociedad.

P: ¿Cree que la educación en los colegios, además de en las propias familias, debería ser implantada hacía la igualdad? ¿Cómo se hace esto?

R: Hay muchos modelos ya aplicados. En la escuelas y en el aula se pueden compartir reflexiones para que desde jóvenes se den cuenta de esos estereotipos que vienen implantados por la sociedad, ser críticos y entender cómo se construye una sociedad igualitaria. Si al final no somos una sociedad despierta, poco podremos aportar como sociedad. 

Un reconocimiento más a la mujer que desde las aulas mencionan a otras que quisieron cambiar el mundo en otras épocas. Dar luz a esos nombres femeninos que quedaron desterrados porque la historia está escrita por hombres, y hay un mundo de mujeres que han sido inventoras, descubridoras, científicas, doctoras… que nuestras siguientes generaciones aprendan a valorar un mundo sin diferencias de género es esencial para poder convivir juntos en un mundo mejor. Inculcar más el respeto y el compañerismo desde bien pequeños para que aprendan a compartir y a verse todos por igual.