El arte de la alfarería pasa del horno al mar
Creadas a partir de la rotación de un torno y un modelaje a mano por la que se caracteriza su Corea del Sur natal, las cerámicas de Miae Kim saltan a la vista como los animales en los que están basados. Tras varias colecciones de la antigua Japón, la escultora nos muestra esta cerámica raku basada en los cetáceos del Pacífico.
Una mezcla de influencias
Miae Kim trabajó en la industria del cine estadounidense como técnica de animación hasta que descubrió su pasión por la cerámica. Acostumbrándose cada vez más a la cerámica raku, utilizando su propio cámara térmicamente aislada y empleando su experiencia como animadora, las piezas de la alfarera surcoreana toman diversas formas, normalmente de origen natural o tradicional, como orcas, varias vasijas basadas en el estilo de la era Momoyama, o estas ballenas yubartas.
Acostumbrada a sus acrobacias en las costas del sur de California y Hawaii, su figura y sus distintivas líneas, comenzó a crear su colección de ballenas a partir de dos técnicas distintas. La vasija blanca está hecha a partir de cerámica glaseada para conseguir esa textura de apariencia tan agradable al tacto mientras que las otras dos no se glaseó con el fin de mostrar los trazos más marcados en la cerámica.
Con referencias a Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y las costas del Caribe y el Pacífico, se puede apreciar una fusión de estilos que le da un toque especial a sus obras. Sea como sea, se trata de una ola de imaginación combinada con arte que puede navegar en cualquier casa.