Mediterráneo: miles de vidas, dos socorristas y una historia que merece la pena contar
El 1 de octubre llega a los cines Mediterráneo, la película dirigida por Marcel Barrena que recoge la historia real de dos socorristas y como cambiaron su vida radicalmente para implicarse en la crisis migratoria que conmocionó Europa durante el otoño de 2015. Protagonizada por Dani Rovira y Eduard Fernández, la película pretende llegar al espectador explotando el cine como la herramienta de difusión y sensibilización que puede llegar a ser. Una apuesta arriesgada combinada con mucho trabajo duro para huir de las frivolidades y la espectacularización.
Hace seis años la fotografía de Aylán Kurdi, un niño sirio de tres años que murió intentando llegar a Europa para escapar de la violencia del Estado Islámico, recorría las redes sociales y abría los telediarios. Aunque su nombre se ha hundido en el mar junto con el de los miles de refugiados que se echan al mar a diario, fue su imagen lo que llevó a dos socorristas, Oscar y Gerard, a viajar hasta Lesbos en otoño de 2015. El impacto que les causó la falta de ayuda que recibían los refugiados, su lucha por cambiar la situación y la odisea que vivieron es la historia que llega a la gran pantalla en octubre de la mano de Mediterráneo.
De la mano del director Marcel Barrena, conocido por su películas 100 metros y Món petit, la película pretende visibilizar la realidad de todas las personas que arriesgan sus vidas cruzando el mar para escapar de guerras como la de Siria. Lo hará a través de la historia real de Oscar Camps, un socorrista de Badalona que convenció a su amigo Gerard Canals para viajar a Lesbos. Lo que iba a ser un viaje de dos días para ayudar en labores de rescate, se alargó durante meses. Junto a su equipo de Open Arms han salvado más de 100.000 vidas en estos años que han pasado luchando en el mar.
Quizá uno de los mayores retos a la hora de trasladar al público una historia de estas características sea compaginar una narración inmersiva y atractiva sin perder de vista los acontecimientos reales. Aunque unos eventos como los que recoge Mediterráneo no necesiten exageraciones ni adornos para resultar impactantes, el objetivo de la película era ir un poco más allá y transmitir al espectador las emociones que viven las personas implicadas en esta crisis de refugiados. Tanto de los que ofrecen ayuda como de los que la necesitan.
Para ello, ha contado con un inmejorable elenco formado por actores como Dani Rovira, conocido por su implicación en numerosas causas sociales, y Eduard Fernández, que encarnaran a los dos socorristas. También colaboran personalidades como Anna Castillo, Sergi López, Àlex Monner y Patricia López. Todos ellos han trabajado codo con codo con las personas que protagonizaron la historia real en un intento de entender a fondo las complejidades y diversas dimensiones del conflicto al que se enfrentan. Yendo más allá todavía, para huir en la medida de lo posible de la espectacularización de los hechos y de las frivolidades, muchos de los actores sirios que interpretan a los refugiados en Mediterráneo han vivido la experiencia de cruzar este mar para buscar ayuda en sus propias carnes.
«Pero, ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para mejorar algo las cosas? ¿Qué puedo hacer yo? En mi caso, decidí que había que hacer una película. Durante casi 4 años, hemos estado trabajando para darle forma a un proyecto en el que nos hemos enfrentado a lo inimaginable. Han sido meses de investigación, de decenas de viajes a Grecia, de pisar esas mismas playas, de trabajar mano a mano con refugiados, con los socorristas, con Oscar…para intentar entender lo incomprensible y contar una historia de gente que ayuda y que, a su vez, es ayudada.»
-Marcel Barrena, el director de Mediterráneo.
Aunque a una distancia prudencial para no interferir en las labores reales de rescate que aún son necesarias en Lesbos, la película está grabada en su mayoría en los lugares de Grecia cercanos al espacio real dónde se produjeron los eventos reales. Lo cierto es que Mediterráneo pretende ser más que una película. Explota el cine como una herramienta de difusión y de sensibilización que permite llegar a un público excepcionalmente amplio. Bajo la premisa de que «Hay historias que deben ser contadas. Más si mejoran el mundo. Esta es una de ellas», la película tiene la voluntad de generar un cambio en el mundo, por pequeño que sea, han apostado todas sus cartas a que merecerá la pena.
