El color lo es todo
En un mundo casi en duotono, por no decir monocromático, donde prima el individualismo, casi siempre mal entendido, la propuesta de un estudio como Maye resalta como un arbusto repleto de frambuesas en mitad de una nevada en enero. Su propuesta, ecléctica donde las haya, conecta lo artesanal, lo local y la vanguardia en proyectos vibrantes donde el color, las texturas y las curvas rompen con la realidad (a veces tan monotemática) y crean espacios singulares donde todo parece estar permitido.
Por Íñigo de Amescua
¿Qué papel juega la colaboración entre los diferentes miembros del equipo en el proceso creativo de vuestro estudio?
Cuando empecé a pensar en el nombre para las redes del estudio, consideré varias opciones como «Maye Estudio» o «Maye Atelier.» Al final, me gustó la sencillez de «Maye,» sin el apellido, pues quería que el enfoque no girara sólo en torno a mí. Fue interesante que terminará siendo «Maye Colab,» porque, además de ser mi nombre, el término «Colab» destaca lo esencial: la colaboración.
Aunque soy la directora creativa y fundadora, y muchas decisiones recaen en mí, el enfoque colaborativo es vital para los resultados de diseño integral que quiero alcanzar. Colaboro con otros estudios creativos, como Mestiz para ciertas piezas, y Santa Tere, un proyecto colaborativo con la Oficina de Diseño Colaborativo (OCD) aquí en San Miguel de Allende y el Atelier TBD en Taiwán. Nuestra oficina es pequeña, y mi mano derecha es la arquitecta Paola Bravo; sumamos creativos según las necesidades de cada proyecto. La colaboración es otro principio esencial, ya que nos permite explorar nuevas ideas y enriquecer el diseño final con perspectivas y habilidades variadas.
¿Qué elementos o principios de diseño son fundamentales en vuestros proyectos?
Nuestro estilo se caracteriza por una mezcla audaz de colores, texturas y elementos que crean espacios únicos y llenos de personalidad. Mudarme a San Miguel de Allende, recién fundado el estudio, me inspiro mucho, no solo por su artesanía y su belleza imperfecta. También me gusta encontrar inspiración en la cotidianeidad. Elementos como el art déco chilango y la libertad de color en los barrios locales son una fuente constante de inspiración para mí.
Algunos de los principios fundamentales en nuestros proyectos son la personalización y la funcionalidad. Siempre buscamos que cada espacio cuente una historia única y se adapte a las necesidades de quienes lo habitarán. También integramos detalles que combinan influencias globales cuando resuenan con el cliente y el contexto del proyecto. Me gusta pensar en cada espacio como un “pequeño mundo” donde la geometría, la nostalgia, y los tonos juegan un papel clave. En resumen, nuestro estilo es audaz y personalizado, con una visión que mezcla tradición y modernidad para crear espacios memorables y vibrantes.
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