Entrevista a Mariana Di Girolamo: La Verónica

La Verónica es la nueva película chilena escrita y dirigida por Leonardo Medel

 

Mariana Di Girolamo protagoniza una historia insólita, con un encuadre en permanente primer plano, donde se enfrenta a la cámara de manera interrumpida durante 52 escenas; la intimidad generada por el plano hace que el espectador se perciba como alguien que vigila una mentira.

El film, uno de los más destacados en la última edición de Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, cuestiona la aparente frivolidad y el exhibicionismo en las redes sociales.

Verónica Lara (Mariana Di Girolamo), una celebridad en redes sociales, casada con un futbolista de corte internacional (Ariel Mateluna), posa incansablemente ante las cámaras proyectando una vida y familia perfectas. No obstante, esa sonrisa esconde oscuros secretos. Verónica es la principal sospechosa de la muerte de su primera hija, fallecida 10 años atrás. Simultáneamente, empieza a sentir rechazo y celos por su hija recién nacida, negándose a vivir en la sombra de nadie. Además, la atractiva influencer va tras su propio gol: ser el rostro de una popular marca de cosméticos, y nada ni nadie la podrá detener.

La película refleja la adicción a las redes sociales, en tu caso, tienes un millón de seguidores en Instagram, ¿cómo mantienes bajo control eso?, ¿sientes algún parecido con La Verónica en este aspecto?

Mi relación con las redes sociales a cambiado con los años, yo te diría que fui de las ultimas en tener Instagram, nunca me interesó mucho, nunca entendí mucho. Luego empecé en la televisión, me empezaron a llamar ciertas marcas, había que promocionar ciertos productos, y lo entiendo como una herramienta para comunicar ideas, trabajos, difundir pensamientos, cosas que encuentro hermosas.

 Pero también es muy difícil no caer en la ansiedad, en el ego, en las competencias. Yo misma me estoy debatiendo todo el tiempo- como la Verónica. Es una decisión que yo tomé, estoy expuesta, expuestisima, y a veces quiero mandarlo todo a la mierda y volver a conectar con mi presente. Es una locura, ¿cuándo empezó todo esto?

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La Verónica

El rol de la maternidad es otra de las reflexiones que se plantea en la película, ¿qué opinas sobre esto?

 

La maternidad está puesta en un lugar en la sociedad donde debería ser perfecta. En la película lo vemos en La Verónica; una influencer, esposa de un futbolista, una mujer sumamente atractiva, con la que es muy fácil identificarse o generar empatía a través de las redes sociales.

Muchas veces las influencers son vistas como madres perfectas, sin embargo, vemos en la película que esto no es así. Verónica podría tener una depresión posparto, o una enfermedad que se llama munchausen, que son madres que enferman a sus hijos para llamar la atención, pero yo no puedo partir de esa premisa para encarnarla, tengo que abordarla con la mayor verdad posible.

Yo no soy madre, tengo amigas que si lo son y han agradecido todos estos testimonios reales, alejados de la perfección irreal de ser madre – no La Verónica, la película es una hipérbole- que relatan todos los procesos por los que pasan las madres: depresiones, mujeres rotas, problemas psicológicos

¿Cómo ha sido rodar una película en la que únicamente estaba usted en el centro del plano? ¿cuáles han sido los retos a los que se ha enfrentado rodando la película?

 

Nunca había visto algo así, nunca había vivido esa experiencia. Me dio un poco de vértigo porque sabia que iba a suponer mucho trabajo. Con el Leo (Medel) lo habíamos conversado, había una opción de que a lo mejor no funcionaba, no fuese entretenida o fuese una película sumamente tediosa y desagradable para el espectador. Pero no fue así, cuando la vi por primera vez pude respirar. Ambos venimos de películas muy raras en las que hemos trabajo juntos que nos han preparado para esto. Me genera mucha curiosidad lo que crea el Leo, es un placer escucharlo y que él me comparta su conocimiento. Ese antecedente fue importante para llegar a la película y poder hacer La Verónica.

 

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¿Cómo ha sido interpretar un papel con tanto dialogo en escena?

 

Difícil. Estuve muy seria todo el rodaje, en silencio, necesité de mucha concentración, de verdad que no soy una actriz déspota o muy mañosa, soy bastante amable para trabajar, pero necesité de mucho silencio. Cada día me enfrentaba a dos o tres escenas muy largas, no era fácil, requirió de bastante estudio y confianza en mi misma y en mi trabajo para poder abordar estos desafíos diarios.