El cuerpo observado, como objeto divino, ha sido un tema esencial a lo largo de la historia del arte, una herramienta para simbolizar la identidad, la intimidad o el deseo. Con la irrupción de la fotografía a mediados del siglo XIX, la inmediatez y el relativo bajo coste expandieron la libertad creativa, se crearon nuevos lenguajes visuales, ampliándose el repertorio de temas y tipologías.
Un siglo después, tras la Segunda Guerra Mundial, se funda la cooperativa de fotógrafos independientes, Magnum Photos, con la idea de liberarse de los encargos editoriales y producir sus propios proyectos creativos.
Por eso, la Fundación Canal reúne hasta el 28 de marzo de 2021 más de 130 formas de expresión del cuerpo humano, captadas por los objetivos de Magnum desde la década de los 30 hasta la actualidad.
Los enfoques acercan la fisicidad de los artistas a un estilo modernista o del realismo mágico. Teniendo en cuenta que la representación del cuerpo nunca es neutral, en ocasiones, el fotógrafo la usa para presentar visiones novedosas, nunca antes vistas sobre el ser humano y su propia representación.
Pese a sus diferencias, todos ellos comparten el deseo de capturar la autenticidad. Sus imágenes buscan ir más allá de la mera labor documental, exponen aspectos característicos de las vidas y personalidades de los retratados a través de una profunda interacción con su físico.
Además de la intimidad y la sexualidad, las miradas de estos catorce pasan por los rituales, el voyeurismo y la performance; tampoco faltan los retratos.
A pesar de que Werner Bischof cultivaba la pintura, a menudo fotografió cuerpos bajo la influencia del still art objetual de Man Ray, son énfasis en la estetización.
También econtraremos a Herbert List, cuya aproximación revolucionaria al subconsciente y al sexo se mueve del extremo clásico al surrealista, reviviendo el mito. Prefirió no exhibir en vida sus sencillas composiciones monocromáticas, preocupado por que el público no supiera entender sus desnudos, a veces con connotaciones homoeróticas.
Entre los autores presentes en Canal, Halsman es el que pidió a políticos, actores, realeza y artistas que saltaran ante su cámara para ser captados en el aire, accediendo a ser mirados en su espontaneidad.
Desde los inicios de la teología, la corporalidad lleva asociados los pecados capitales. Bruce Gildenanalizaba los Siete de la moda (poder, fama, adicción, culto al cuerpo, fantasía, lo exclusivo y lo ilícito) para la segunda edición del proyecto Fashion Magazine de la agencia, que tenía pretendía generar reflexiones sobre la imagen de la industria y cuestionar las convenciones asociadas a sus códigos visuales.
Difícil es no pecar de vouyerista siendo fotógrafo, aunque le podrían haber metido en problemas las instantáneas que captó en secreto en un funeral de la mafia en Norteamérica. La rompedora imagen fue tomada, de hecho, desde un hoyo.
Cristina García Rodero fue la primera fotógrafa española en entrar en Magnum, y le da una vuelta más a la identidad corpórea, escondiendo el cuerpo bajo disfraces como en el carnaval de Ribeira (Galicia). Los trajes y caretas evocan la existencia de otro personaje en el mundo de las fantasías.
Por último, Tim Hetherington nos pone en contienda: tanto en la guerra de Afganistán como en la de Siria, buscaba los sentimientos reales que atrapa el día a día beligerante. manifestaciones de vulnerabilidad que quieren ahondar en nuestra comprensión de los conflictos.
Magnum nos acerca en cuerpo para poder llegar al alma. La muestra fotográfica rehuye del fotoperiodsimo característico de la agencia para testimoniar los aspectos más íntimos del ser humano.