LOEWE PERFUMES
ESPAÑA en esencia
Por Carmen Lanchares
Desde muy joven Nuria Cruelles tuvo claro que lo suyo era una cuestión de olfato. Creativa, disruptiva y curiosa, la nariz de Loewe Perfumes acaba de desarrollar una nota olfativa identitaria, el Acorde Loewe, de marcado acento español y que se convertirá en el ‘sello de familia’ de todas las fragancias del arcoíris botánico de la marca. Empieza un nuevo capítulo.
Loewe no necesita presentaciones, ni dentro ni fuera de nuestro país. Del taller artesano nacido en 1846, en Madrid, a la moderna firma de complementos, moda y fragancias de lujo que es hoy, la marca lleva más de un siglo demostrando su capacidad para adaptarse a la esencia de los tiempos sin renunciar a su ADN: su compromiso con la artesanía, la nobleza y calidad de sus materiales así como un espíritu innovador. Sin perder de vista ese valioso legado, lleva casi una década, desde la entrada de Jonathan Anderson como director creativo en 2014, viviendo una profunda transformación.
Un proceso al que no ha sido ajeno su universo de perfumes. A nivel estético y olfativo. Desde el rediseño de los frascos, que comparten una misma identidad visual formando una colección ecléctica y multi-sensorial inspirada en la naturaleza hasta la concepción misma de las fragancias, que pretenden ofrecer experiencias olfativas únicas y diferentes.
¿De dónde nace tu pasión por los perfumes?
Ya de pequeña mi mundo giraba a través del olfato. Clasificaba a las personas por el olor. En el colegio sabía a quién pertenecían las chaquetas de los uniformes de mis compañeras solo por el olor. Era algo muy innato de lo que no era consciente. Los olores siempre han captado mi atención; y una noche, con 17 años, observando mi colección.
¿Podríamos decir que los perfumes comparten con otras disciplinas artísticas corrientes o épocas que los definen?
Los perfumes, como la pintura o la música, también tienen sus épocas, aunque a diferencia de estas no nos hemos dedicado a darles nombre. Por ejemplo, la perfumería ha tenido una etapa barroca, con fragancias muy opulentas cuyas fórmulas tenían hasta doscientos ingredientes, mientras que actualmente estamos en una etapa minimalista.
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