Por Carmen Lanchares.

Todo se materializó hace poco más de cuatro años. El germen, sin embargo, se gestó hace mucho más. La pasión de Anna Torrents por los perfumes y el mundo del arte viene de lejos. Cuenta que de niña, cuando sus padres se iban de viaje les pedía que le trajesen muestras de perfumes; una curiosidad olfativa que cultivaba en cualquier momento y lugar, como cuando iba a casa de sus amigas y trataba de oler e identificar las fragancias que usaban sus madres. En su memoria persisten hoy todos esos olores.
De esa obsesión por los perfumes y de su irrefrenable querencia por el arte nació Genyum, una original y exquisita colección de fragancias con las que Anna pretende homenajear, dar visibilidad y reflejar olfativamente el talento y el ambiente artísticos. Un entorno que no le es ajeno.Creció empapándose de arte. Aprendió a disfrutarlo, visitando exposiciones con su madre; se nutrió cada verano del espíritu bohemio de la comunidad de artistas de Cadaqués, donde pasaba sus vacaciones y donde conoció al que hoy es su marido, el escultor Lluís Carulla.
Durante años convivió, en la casa familiar, con el olor a óleo del taller de su padrastro, el pintor Carles Graell, y con una biblioteca repleta de libros de arte en la que alimentaba su afición. En Nueva York, donde recaló para otros menesteres laborales, nada que ver con el arte, la casualidad (¿o el destino?) la llevaron a trabajar por un tiempo con la fotógrafa de moda y celebridades Roxanne Lowit.
Con todo este material en su mochila vital, Anna Torrents empezó a dar vueltas a una idea: hacer de sus dos pasiones el leitmotiv de su trabajo. En diciembre de 2018, Genyum se presentaba, casi a hurtadillas, en Santa Eulalia, el exclusivo espacio multimarca de Barcelona, con sus dos primeras composiciones: Painter y Sculptor. Luego han llegado otras fragancias, (Ballerina, Writer, Musician, Tattoo Artist, y Actor), todas unisex, y la firma ha ido traspasando fronteras. Son ya siete las disciplinas artísticas que cuentan con su alter ego olfativo y hay otro par cocinándose a fuego lento, con la habilidad de un artesano, que pronto verán la luz.
¿Por qué Genyum? El nombre viene de mi profunda admiración por los artistas, no tanto por su obra, que también, sino por su estilo de vida. Para mi son genios. Trabajan constantemente para crear cosas nuevas y la mayoría lo hace en soledad. Esto requiere gran fuerza de voluntad y tiene un mérito increíble.
PULSA AQUÍ para acceder al artículo completo…