La icónica casa de moda japonesa, reconocible por su enfoque vanguardista y su capacidad para cautivar los sentidos, fusiona el mundo del diseño con el de las fragancias, al imaginar un frasco no del todo recto, trazado a mano, al más puro estilo wabi sabi japonés, que protagoniza esta nueva edición de Casa Decor.
Los visitantes del Palacio de La Trinidad (Madrid) tendrán la oportunidad de sumergirse en una experiencia multisensorial, plagada de detalles tan atemporales como innovadores, marcados por la simplicidad y la armonía que reflejan la filosofía de la marca.
Espacio Gómez Grau por ARQUEHA by Mr. Leco
Dentro de Arqueha, el pequeño estudio de arquitectura e interiorismo de Mr. Leco ha diseñado un espacio con una gran atención al detalle, al tiempo y a la naturaleza. Pablo Sanchez, arquitecto del equipo, lo describe como “un espacio pétreo, todo de piedra natural de Gómez Grau, pero muy cálido a la vez. Conceptos que no suelen ir de la mano, por eso se ha potenciado la calma y relajación, que es nuestra manera de hacer arquitectura”.
Para obtener la tierra han triturado Verde Esperanza, una piedra con tonalidades verdes de las que obtiene su nombre, y de la cual emana un eucalipto preservado. Mientras que para el fuego han escogido Capolavoro, una piedra volcánica retroiluminada por debajo a distintas intensidades, imitando el efecto de incandescencia, aquel estado que poseía hace miles de años.
Por último, los nichos donde se exponen las fragancias, construidos a partir de la Patagonia, una cuarcita brasileña obtenida a partir del soplo, se vinculan con el elemento del aire. “La piedra no está cohesionada, si no que caen diferentes fragmentos soplando con aire”, completa.
Espacio Bang & Olufsen by Estudio Alegría
Esta es la cuarta edición de Casa Decor para el Estudio Alegría, con Nacho Alegría y Manuel Such al frente de la creación del espacio Bang & Olufsen, también participantes habituales.
El concepto, surgido de “una lluvia de ideas puestas en común” recuerda Nacho, estuvo claro desde el principio– una manifestación de culto a la estética y elegancia– alineado con la filosofía de Issey Miyake y con la experiencia sinestésica que querían ofrecer. Si a través de la vista y el tacto han querido aportar confort y elegancia, la sonoridad buscada se ha logrado con un control acústico que garantice la calidad del sonido, fundamental para el espacio.
Donde “hay mucho diseño propio, desde el mobiliario, hasta incluso los apliques de pared (…) son como nuestros hijos”. Para dotar a este salón de la mayor polivalencia posible han creado 3 escenas, una de ‘Bienvenida’, otra de ‘Cine’ y otra de ‘Copas’, en las que, describe Nacho, “cambia toda la iluminación, se bajan los estores, se enciende o no la TV de forma automática, e incluso suena música diferente en unos altavoces u otros, para generar un efecto 360º”.
En el proceso de selección de materiales y texturas, coherentes con la experiencia sensorial de Bang & Olufsen, hubo muchos factores a tener en cuenta, “empezando por la cantidad de luz natural y la fisonomía del espacio, así como, las sensaciones que buscamos producir”, completa, a lo que se añade una paleta de colores de tonos terrosos y destellos dorados que armonizan lo estético con lo acústico.