La danza tiene una infinitud de formas para interpretarla, y algunas de las lecciones que Gabrielle Chanel aprendió es que significa movimiento y metáfora de la libertad, lengua y expresión de belleza.
Para continuar con la pasión de la diseñadora, CHANEL crea el vestuario de los protagonistas de la primera representación de la temporada: Grand Pas Classique, en el que el cielo iluminado por las estrellas juega un papel fundamental.
La danza en la historia de CHANEL
La interpretación de El rito de la primavera de Stravinsky fue un factor decisivo en la vida de Gabrielle Chanel cuando, en 1913 vio por casualidad esta pieza de vanguardia coreografiada por Nijinsky y con la bailarina principal de los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev. Fue cautivada por este visionario de la expresión, pero, sin embargo, fue la socialité polaca, pianista, musa y mecenas de las artes Misia Sert, quien la impulsó al mundo de la danza. La reanudación que tuvo la obra de teatro en París el 15 de diciembre de 1920, fue su primer acto de mecenazgo en la disciplina artística con la condición de que nadie supiera su participación.
A partir de este momento en el que ambos artes fueron unidos y basados en lo efímero, se han vuelto inseparables para la Casa CHANEL. Karl Lagerfeld colaboró con varios coreógrafos como Uwe Scholz o Benjamin Millepied, y en 2009 creó el atuendo de Elena Glurdjidze para The Dying Swan en el que se invirtieron más de 100 horas de trabajo y 2.500 plumas en el tutú.
Siguiendo con este trabajo, desde el año 2000 la firma francesa ha sido la compañera oficial de la Ceremonia de los Premios Nijinsky en Mónaco, así como la patrona de la Gala de Apertura para la temporada de baile en la Ópera de París desde 2018. Ahora, en 2021, CHANEL quiere reafirmar su apoyo a la danza, y por ello, los trajes de los bailarines principales, Valentine Colasante y Hugo Marchand, que interpretaban el Grand Pas Classique, fueron creados bajo la dirección de Virginie Viard y bordados a mano en los talleres de la Maison Lesage.
Trajes de ensueño
Con el objetivo de evocar el encanto de un cielo iluminado por las estrellas, la silueta femenina se compone de un bustier en terciopelo de seda azul medianoche y un tutú rígido en tul negro, pero impreso con un subtono azul profundo y bordado con la simulación de una constelación de lentejuelas, cuentas y strass. Los motivos celestiales y poéticos también están presentes en el atuendo masculino, el cual destaca por el doblete en terciopelo bordado.
Guiño a Gabrielle Chanel
La firma también hizo trajes para Exposure, una creación de Sidi Larbi Cherkaoui, bailarín, coreógrafo y director, y que es presentada como parte del programa Créer aujourd’hui de la Opéra National de Paris. Esta colaboración invita a cuatro coreógrafos contemporáneos para presentar una nueva creación en el Palais Garnier, entre los que está el mencionado.
Las creaciones se inspiran en la icónica combinación de colores de CHANEL, los cuales, gracias a la decoración del ambiente en blanco y negro, recuerdan a un estudio fotográfico. Los vestidos y monos de satén de seda blanca, que a su vez terminan con una raya negrea gráfica y adornados con accesorios, son fluidos y puros para que se pueda enfatizar cada gesto.
La gama monocromática hace que los trajes de los hombres también se hagan eco de la comodidad y libertad de movimiento que tanto apreciaba Gabrielle Chanel.