Por Carlos Megía
Resume su ambición profesional en tratar de hacer el mejor trabajo posible para cada cliente y cada proyecto. Pese a la simplicidad y modestia implícitas en su respuesta, lo cierto es que el resultado de su visión ha servido para moldear y revolucionar el imaginario pop reciente y la industria de la moda internacional.
Junto a la archiconocida Björk, la estilista Edda Gudmundsdottir consiguió la hazaña de transformar la música de la cantante islandesa en una experiencia espiritual y reconocida en todo el mundo, materializando los anhelos oníricos y extravagantes de la artista para abrazar el riesgo y hacer de ella uno de los mayores referentes de la música y la moda de nuestro tiempo. Ni siquiera su timidez crónica y reticencia a situarse en el foco mediático, que Edda interrumpe de manera momentánea para atender a White Paper By, consigue disimular su estatus de influencia en la industria. Una autoridad única que también pone ahora su imaginación y creatividad al servicio de estrellas emergentes del pop como Ava Max o Bebe Rexha. El icono es el límite.
¿Cómo comenzó tu pasión por la moda? Siendo natural de Islandia, ¿era fácil mantenerse al día de las últimas tendencias?
La moda siempre ha jugado un papel muy importante en mi vida ya que desde pequeña tuve un tremendo interés por la ropa. Siempre me ofrecía como voluntaria para diseñar el vestuario para las obras de teatro de mi colegio o los disfraces de mis amigos. También estudié ballet durante muchos años y eso me dio una idea de cómo usar los tejidos y diseños para mejorar la interpretación de un bailarín.
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