«La alta perfumería de Celine, la esencia y el legado de Hedi Slimane»
Entraba en sus planes desde su primer día como director artístico de Celine: crear una colección de fragancias dignas de la alta perfumería francesa. Un año después, ese deseo se materializó en una serie de once perfumes articulados como un diario olfativo que capturaba, en el fondo (los olores) y la forma (los nombres), sus emociones y sus momentos vitales. Después de 7 años, este otoño el diseñador ha dejado la casa, pero nos deja su particular herencia.
Por Carmen Lanchares
Heidi Slimane ha dejado Celine, pero su huella ha quedado en la maison. No solo porque ha devuelto a la firma el esplendor en el universo de la moda, sino por su gran aportación para construir un universo de belleza propio, de marcado carácter personal.
Cuando Hedi Slimane asumió la dirección artística de Celine en 2018, su nombre ya figuraba entre los grandes referentes de la moda del siglo XXI. Sin embargo, y sin buscarlo (no es persona que guste del ruido mediático), hacía mucho tiempo que su nombre empezó a estar en boca de todos, dentro y fuera del mentidero de la moda, cuando a principios del milenio Karl Lagerfeld declaró que su espectacular pérdida de peso obedecía al deseo de vestir los trajes, de estética slim y rockera, creados por Slimane para Dior Homme. En efecto, aquel joven diseñador y fotógrafo estaba revolucionando los pilares de la moda masculina con una nueva silueta, una propuesta diferente que se acompaño más tarde con un alter ego olfativo. En 2004, Hedi Slimane exploraba el territorio de la alta perfumería masculina con tres exclusivas colonias que sembrarían el germen de la actual Collection Privée de Dior.
PULSA AQUÍ para acceder al artículo completo
