ENTREVISTA A JOACHIM LAMBRECHTS
Entrevista a Joachim Lambrechts
Joachim Lambrechts (Bélgica, 1986) puede presumir de haber sido uno de los artistas callejeros más activos de Bélgica, lo que le llevó a viajar de un lado a otro para pintar murales en el extranjero. El inconveniente de aquellos encargos, explica, “era que el ‘rock and roll’ del grafiti underground, tal y como lo había conocido, había desaparecido”. Decidió dejar de hacerlos a tiempo completo para centrarse en su primer amor: “pintar sobre lienzo y papel”. Ahora, su trabajo se ubica entre la pintura rupestre y el street art.
El street art es muy relevante en sus murales, ¿fue en las paredes de la calle donde empezó a hacer arte? ¿Qué le llevó a pintar fuera del lienzo convencional? ¿Cómo cambia el hecho de pintar en una pared a pintar en un lienzo?
El arte urbano ha sido una parte importante de mi vida. Cuando tenía unos quince años, entré por primera vez en contacto con el graffiti, me pareció una pasada y pronto empecé a experimentar con él. Al principio era sólo por diversión, pero poco a poco se convirtió en una pasión con la que me obsesioné, con el paso de los años desarrollé mi propio estilo y fui mejorando. En un momento dado, me encontraba entre los artistas de arte urbano más activos de Bélgica, pero también recibí cada vez más oportunidades y encargos en el extranjero para hacer murales.
La verdad es que era super divertido viajar y pintar en todas partes, pero el inconveniente de estos murales por encargo era que el “rock and roll” del graffiti underground tal y como yo lo había conocido había desaparecido. Por eso decidí en cierto momento, en realidad en mi mejor momento, dejar por completo de hacer murales y centrarme por completo en mi primer amor, que era la pintura sobre lienzo y papel (que por cierto nunca dejé de hacer).
Lo bueno de esto es que puedo hacer lo que quiera sin tener que preocuparme por nada ni por nadie. Así es como mejor funciono. Es paradójico, pero me siento más libre entre las cuatro paredes de mi estudio que fuera de él. El rock and roll que había perdido lo he redescubierto ahora en mi trabajo sobre el lienzo.
¿Dónde se encuentra su estudio? ¿Cómo es?
Mi estudio está situado en las afueras de Amberes, donde vivo. Voy allí cada día en tren, tengo alquilado un piso en un edificio antiguo. Puedo describir mi estudio muy brevemente: es un desastre, pintura y cosas por todas partes, un caos. El piso parece un cuadro de Jackson Pollock, pero me encanta, es uno de mis lugares favoritos del mundo y eso es algo bueno porque paso la mayor parte de mi tiempo allí.
¿La forma en que da a su obra una apariencia pura e inocente es únicamente a través de decisiones intuitivas?
Es una buena pregunta y me gustaría poder responder al cien por cien que sí, pero no puedo. Aunque principalmente intento pintar con el corazón, a veces me encuentro con que sigo pensando demasiado. Y pensar es bueno, pero a veces puede entorpecer el proceso espontáneo. Por eso cuando pinto intento pensar lo menos posible y sobre todo hacer. Por eso mantengo mi paleta de colores limitada, por ejemplo. Unos pocos colores básicos y nada más. Verde, azul, amarillo, rojo, negro y blanco. Ya está. No importa cómo combine esos colores, siempre funcionan juntos. Cuantos más colores utilices, más tendrás que pensar en cómo utilizarlos en relación con los demás. Yo intento evitar eso. Intento conservar la sencillez, pero eso también es a veces más difícil de lo que parece.
Entrevista : Marta Martínez.
Fotografía : cortesía de Joachim Lambrechts.
