El amuleto de la suerte firmado por Guerlain

El amuleto de la suerte, el Muguet

Guerlain

La marca francesa Guerlain, se encarga todos los años de engrandecer la primavera. Lleva más de 110 años celebrando la flor de la suerte, el Muguet. Un delicado perfume primaveral interpretado por Jaques Guerlain en 1908, Jean-Paul Guerlain en 1998 y Thierry Wasser en 2016.

Cada 1 de mayo, sale a la venta el nuevo adorno del emblemático Frasco de Abejas de Muguet, resultando del trabajo innovador e impresionante de colaboradores artísticos. Para la edición 2022, el adorno es un delicado ramillete de lirio del valle que se transforma en una joya, con cristales brillantes del taller de joyas del parisino Atelier Truscelli.

Guerlain, organiza una cita exclusiva y anual para los amantes del arte y las fragancias. Desde 2006 la edición limitada de Muguet es una oportunidad para la Maison de reafirmar el compromiso con los creadores franceses, enriqueciendo asi el patrimonio y ofreciendo el savoir-faire y la experiencia de la firma.

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El emblemático Frasco de Abejas de Muguet, se reinventa con cada primavera. Este año, la firma le ha concedido el honor al joyero parisino Francesto Truscello, socio creativo que diseño un estuche de oro y diamantes para la barra Kiss Kiss en 2007, y adornos para ediciones limitadas como Shalimar, Idylle, Mon Guerlain, y Muguet 2009.

El 1 de mayo, como es tradición en Francia, se regala la flor de Muguet para dar a las personas queridas como amuleto de la suerte.Es una flor blanca, muy pequeña con forma de campana que desprende un olor muy agradable, se le conoce también como flor del valle y crece en las zonas húmedas de los bosques.

El Muguet tiene una historia muy antigüa, según la mitología griega fue creada por Apolo para proteger y tapizar el suelo de las nueve musas, según los celtas traía felicidad y según el cristianismo se trataban de las lágrimas de la virgen a los pies de la cruz.

En la Belle Époque, esta flor se puso de moda, como regalo de los modistos a los clientes o costureras, los perfumistas se esforzaron por embotellar su aroma. Jacques Guerlain, en 1908, creó con un nuevo material ofreciendo su interpretación fiel, convirtiéndose en una verdadera joya olfativa.

La creación 

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La joya se compone de dos piezas: el ramillete, cuyas campanillas están engastadas con cristales brillantes y las hojas esmaltadas en un verde intenso. Para su creación, requiere como inicio una técnica muy antigua para moldear materiales preciosos, la fundición a la cera perdida.

Se realiza un modelo de cera, para producir un molde de yeso, una vez seco, se funde la cera. Tras diez fases, se vierte latón en el molde, sustituyendo a la cera y se pule el ramillete varias veces hasta quedar perfecto para el engastado de cristales, que requiere una destreza superior por parte del joyero. 

Se engarzan 130 cristales de óxido de circonio, una piedra sintética tan brillante como el diamante, en las corolas. La pieza se sumerge en rodio para chapar el latón hasta hacerlo blanco, para realzar el brillo de los cristales. Las hojas se esmaltan en frío dos veces, y por último, se coloca un cierre que fijará la joya en la botella.

Francesco Truscelli

Italiano de nacimiento, esta fascinado con la joyería desde los 10 años. Estudio durante 3 años el arte de la joyería y se especializó en la restauración de joyas antiguas.

En 2003, fundó su propio estudio en París, donde trabaja con tres joyeros, realizando diseños artesanales. Para él, las piedras preciosas son como los frutos misteriosos y preciosos de la tierra.

La transmisión de valores, la atención al cliente y las creaciones a medida, son los valores que comparte Guerlain con el joyero parisino.

Muguet