Ghosts, la ópera prima de Azra Deniz Okyay “No soy una guerrera, me han convertido en eso”
“Cuando brille en la oscuridad, cuando todo se vuelva insanamente loco,” augura el trío de pop francés de Las Aves, como himno de la generación perdida de Estambul. El drama cinético de Azra Deniz Okyay cuenta esta historia en su ópera prima, Ghosts, que llega a las salas el viernes 14 de mayo.
El retrato de la turbulenta situación turca, que la guionista ha vivido, le ha hecho llevarse el Gran Premio en la Semana de la Crítica de Venecia de 2020, entre otros. Son cinco los años que ha necesitado para poner en marcha el proyecto, no solo por la falta de cooperación ante una mujer, si no por la sucesión de incidentes recientes en la región, que Azra no necesitaba denunciar readaptando el guión.
En la Nueva Turquía no hay ley, solo una atmósfera incendiaria, marcada por la intolerancia, el caos, y la oscuridad, dentro de la cual algunos logran vislumbrar un futuro brillante, como el de la directora nobel, que me atiende en un zoom desde su piso de Estambul.
¿Cómo conseguiste poner en marcha el proyecto?
Nadie quería hacer lo que yo tenía que decir con la película, muchas fundaciones en Europa y en Turquía me rechazaron. En Turquía además fue más difícil porque ya me habían rechazado, lo que hace que se te vete para obtener financiación. Cuando por fin logré ponerme en contacto con mi productor decidimos hacerlo todo un poco estilo punk y darnos prisa, porque aunque escribir me encanta, mi país es muy complicado y no paran de pasar cosas. Si no grababa la película pronto iba a haber aun más incidentes que incluir.
¿Cómo resumirías el rodaje?
Fue muy doloroso y caótico grabar, pero es lo más valioso que podría haber hecho. Fueron 70 días en 23 ubicaciones diferentes y con un presupuesto muy bajo, lo que hizo que el equipo acabase muy unido.
Incluso os arrestaron…
Sí, se nos llevaron apuntándonos con kalasnikov. En el rodaje, intentábamos hacerlo todo suavemente y con amabilidad porque sabíamos que las mujeres, podíamos pasarlo muy mal por ser mujeres. Este detalle y elegancia en el proceso puede que a la vez lo haya convertido en algo más hermoso.
En la película hay una clara denuncia a la discriminación sexista que sufrís las mujeres en Turquía.
Cuando haces una película así no lo haces por un sexo en especial, la he hecho pensando en una audiencia queer indefinida. Pero sí, soy mujer y sé que cuando hago esto me convierto en referente para las mujeres y los jóvenes, hay un cambio en la situación. ¡Incluso algunos fans me han dicho que he pirateado el sistema! Es porque, además de ser mujer, soy muy joven ¡solo tengo veintisiete años! Fue muy provocativo para todos, ha generado mucho amor y odio…
¿Es eso lo que pretendes generar con la película?
Hay que luchar y trabajar como un arma, el arte tiene que ser doloroso para sacudirlo todo, hacer que la gente piense en todo y soy feliz si puedo inspirar a alguien, porque hay muchos que me han inspirado.
Según tu experiencia ¿la gente debería pelear por su libertad o salir del país?
Es una presión enorme pero y estamos cansados porque no se puede hacer nada, no se puede ir a la calle, pero al mismo tiempo espero poder cambiar las cosas porque si no al final todos tendrán que moverse, pero en realidad no se donde. Creo que el mundo va cuesta abajo y que se va a derrumbar, así que no veo un solo país, todos los países van a tener un efecto dominó, en la vida de todos. La película trata sobre eso, mostrar lo que está sucediendo. Este es el principal argumento de la nueva generación de artistas y Moda, están usando cosas recicladas, porque estamos cambiando en todo esto.
Además de la juventud, sobre todo la femenina, vemos plasmada la gentrificación, ¿cómo lo estáis viviendo ?
Es algo que está pasando en muchas ciudades del mundo, pero como mi padre es arquitecto, he podido observar en los últimos años en Turquía que todo se estaba desmoronando. Él falleció hace diez años y ahora han diseñado nuevas, destruyendo zonas de gitanos rumanos u otras zonas incluso de la naturaleza. Dicen que es Nueva Turquía. Son sus argumentos los que realmente dan miedo, construyendo esta nueva identidad, están borrando lo que había antes y dicen que lo que están es modernizando las cosas. La gentrificación de la película es una metáfora para mí de lo que realmente está sucediendo. Es como otro personaje más.
La nueva Turquía es un concepto que plasmas, la generación perdida de Estambul es otro, ¿qué engloba esta generación?
Me refiero a mi generación, cómo estamos tratando de sobrevivir. En una escena hay un núcleo, es como mis amigos, todos son artistas y queer y, por ejemplo, están usando algunas canciones clásicas y las interpretan de forma más explícita. Mis amigos hace dos años no pudieron actuar. Yo los estaba grabando mientras venían los policías y ellos siguieron actuando, sentí que era un momento importante para mi generación.
¿Te inspiraron tus amigos para la escena de la película?
Sí, también me inspiré en un documental de hace años, donde se ve a los jóvenes tomarse una cerveza y salir corriendo con las bombas por detrás. Luego hacen pogo, undergorund punk Parties, me impactó mucho. Es como si tuvieras que continuar con tu vida y te vuelves muy creativo para poder seguir haciendo las cosas que hacen los demás en otras partes. El arte que estamos haciendo también tiene otro lenguaje, es el espacio y la pequeña guerra en la que tenemos que seguir.
También retratas a los refugiados sirios ¿cuál ha sido tu experiencia con ellos?
Viví en Francia durante 10 años y tuve problemas con el papeleo en un momento de mi vida, mis padres también son inmigrantes, mi abuelo es un refugiado de Bulgaria, mi abuela es de Grecia, la familia de mis padres es de Tuzmekistan, así que nadie de mi familia es francesa. Las nuevas generaciones son necesarias, y es horrible cómo tratan a los refugiados, hay que saber valorarlos y saber que son personas normales y buenas que yo conozco, no son personas pobres, son personas que hablan bien, que están capacitadas para ascender
Antes mencionabas que los incidentes se suceden constantemente en Turquía ¿Cómo experimentaste cuando el país abandonó el Convenio de Estambul?
Ni si quiera son noticias oficiales es como si no quisiéraos enterarnos, pero la gente estaba gritando y salio en una protesta, yo estaba en parís terminando la edición de sonido y recuerod que vi la protesta de las mujeres. Hacia unas semanas si que había estado en Estambul en la primera protesta, la segunda es cuando estaba en París y vi que estaban tirando a las mujeres al suelo y pegándolas y gritaban. Fue muy impactante, nunca me imagine que iba a meter esto también en mi película. Debemos de ser duros porque nos atacan por la noche porque en realidad les asustamos. Si no batallamos sobre eso nadie lo va a hacer. Le ha escocido a algunas personas el ver a una mujer haciendo una película y llevándose premios, hizo daño a la gente porque no querían afrontar que el país esta cambiando en un aspecto también femenino. Yo nunca me he identificado como una mujer, me he dado cuanta de eso cuando te acosan o te hacen de menos. Yo no soy una guerrera, me han convertido en eso, en realidad estoy en casa en pijama sin sexo. Están muy asustados de las mujeres.
Es algo como cuando la oscuriodad cae y las personas se convierten en ghosts.
Cuando aparecen los créditos supongo que dices, el título va sobre estar en la vida o no estarlo. Viven pero no viven, es el momento de desaparecer antes los otros
Los fantasmas pueden aparecer cuando quieran, no hay para ellos ley, por eso el pagón el la parte más metafórica de la película. Estudié mucho como llevar la oscuridad a la película, empujando como podíamos hacer a las personas desaparecer Esta película no es lineal ni clásica ni hay normas, simlemente hice todo lo que quise.
