Gemma O´brien, de la confección a la ilustración
Es muy común necesitar un café para empezar el día y más para aquellos que se ponen directamente a crear. Es el caso de Gemma O´brien, que inicia su día con una taza para luego coger papel y lápiz. El hábito temprano de escritura le sirve de referencia, registra ideas y sueños para que después venga todo lo demás: acuarelas, tintas, acrílicos, bolígrafo y grafito.
Sus ilustraciones pasan del detalle a la abstracción, para ella no hay reglas demasiado severas mientras se sienta conectada con el proceso del dibujo de moda. Es este mundo le atrae desde pequeña, por lo que le dedicó sus estudios a ello y el inicio de su carrera.
La ropa, que ella misma se confecciona, sigue muy presente en su vida e incluso a veces se sirve de la tela a modo de lienzo. Acude a desfiles y se basa en las técnicas de bordado y la confección de prendas, pero es el tirón emocional de la imagen lo que realmente la atrae. Los pasteles y aceite para interpretar los sentimientos, a partir de los cuales determina qué prenda es clave.
Estudiaste moda, ¿en la ilustración has sido autodidacta?
Asistí a la escuela de arte entre 2000 y 2005, completando una Fundación en Arte y Diseño y luego una Licenciatura en Comunicación y Promoción de Moda en Central Saint Martins. Aunque no soy un ilustradora “formada” como tal, aprendí dibujo de moda y sigo dibujando a partir de fotografías, imágenes fijas de películas y modelos en vivo.
¿Qué te inspiró a dedicarte a la ilustración en particular en comparación con otras formas de arte y diseño?
Crecí en los años 90, viendo un programa de moda todos los domingos por la tarde. Cuando era una niña ese fue un gran recurso para una persona joven antes de que viniese la educación superior e Internet.
Al ser tus hermanas mayores, ¿notas su influencia?
Sí, me llevaban de compras, así que me transmitieron de forma natural su interés por la ropa y el aspecto , así como a sus elecciones musicales.
Siempre estuviste en contacto con la moda entonces…
Sí, de hecho, al principio pensaba que me iba a dedicar al diseño de moda, pero me encantaba el dibujo, las palabras y las imágenes, por lo que me pareció que el curso FCP en Saint Martin’s es lo que mejor encajaría conmigo.
¿Cómo evolucionaste?
Dibujé y pinté de forma intermitente muchos años después de graduarme, pero en realidad solo fue en los últimos cinco años cuando comencé a prestar más atención a mi propio cuerpo en la danza y el movimiento, me concentré más en él. Aun así, todavía coso y uso pintura y bordado, usando la tela como lienzo.
¿Qué le aporta tu práctica del bordado a tus dibujos?
Bordo prendas que he realizado, lo que es un proceso largo, ya que puede llevar meses bordar una sola prenda. La hora que paso cada día bordando añade un nuevo detalle a la historia, que se inspira en un libro que estoy leyendo o en un sueño que he tenido. Meditar me ayuda a ponerme en sintonía con una conciencia que me ayuda con el proceso de ilustración. La ilustración es una forma de expresión más inmediata y frecuente y por eso produzco más que cualquier otra cosa.
¿Es eso lo que realmente te atrae de hacer este tipo de ilustraciones?
Una ilustradora de moda puede capturar e interpretar una multitud de cosas a la vez, dependiendo de la situación, ya sea un desfile de moda en vivo, una sesión de moda (editorial / lookbook) o una película. El espíritu del modelo que lleva las creaciones de un diseñador y el medio en el que se presenta, la colaboración… es enormemente agradable.
¿Cuáles son los primeros detalles que te atraen de una prenda a pintar?
Como ilustradora, considero la forma total en que se presenta una prenda. Un modelo puede transformar el poder de la ropa con su actitud, pose y expresión y su superpoder es dar vida a una silueta. El fotógrafo es igualmente importante en ese proceso.
¿Y de la modelo, qué te llama la atención?
Puede variar, desde algo tan simple como el detalle de una prenda de vestir, una silueta, la expresión de los ojos de una modelo hasta algo multifacético, como un desfile de moda que mezcla ropa, modelos, escenario y la música.
Mi exposición dedicada a la cultura de los clubs también amplió mi conocimiento de la ropa y las decisiones que toma la gente para presentarse y comunicarse. Mucho de esto sucede ahora en las redes sociales.
¿Existe ahora un boom de la ilustración en las redes sociales?
He notado el trabajo de más ilustradores online, lo cual es genial. La pandemia plantea menos limitaciones para un ilustrador, ya que es posible trabajar desde cualquier lugar, ya sea un estudio o desde casa. Internet permite que cualquier persona en el mundo acceda a imágenes de moda para interpretarlas con los materiales que elijan. Hay una sensación de libertad en eso a pesar de trabajar en un encierro. Es una yuxtaposición interesante.
¿Te han llevado a conocer a algún artista que te inspire?
Amo el trabajo de Sonia Delaunay y su multi-di enfoque científico. También me encanta la era del Ballet Ruso.
Internet habrá facilitado las colaboraciones online que haces regularmente, ¿cuál ha sido la más reciente?
Ha sido con SHOWstudio.com, donde me invitaron a ilustrar mis looks favoritos de los desfiles de Milan Men’s AW ’21. El desafío era dejar de juzgar demasiado mi trabajo sabiendo que mucha gente lo vería y se concentraría en comunicar desde un lugar de sentimiento. Suelo trabajar desde mis instintos y no pensar mucho más allá de eso, pero el beneficio de Ia comunidad de Internet es que más personas pueden ver mi trabajo e interactuar con él, pueden tener lugar conversaciones.
También eres miembro de la comunidad de Vogue ballroom
Sí, mi propia experiencia con Vogue, junto con mi educación en moda ha agudizado mi comprensión del poder de la pose, el ritmo, el paso de la pasarela y la presentación general, por lo que automáticamente sintonizo esas cosas cuando estoy ilustrando. Una pasarela poderosa y la forma en que se captura pueden dar vida a una prenda de la manera más extraordinaria.
¿Recuerdas alguna de estas pasarelas?
El puntal de Leon Dame en el AW ’20 S.W.A.L.K. de Maison Margiela. Le di una energía tremenda a la gabardina y al sombrero que estaban modelando. De repente fue imposible ignorar la belleza de la silueta en esa película. Los diseñadores a menudo dan a los modelos un personaje para encarnar antes de que caminen por la pasarela y esas cosas realmente juegan un papel cuando son observadas por una audiencia. Sentí una conexión con el personaje. Los colores y los detalles también son importantes. La silueta es lo primero que veo en general.
¿Ser parte de ellas afecta tus propias elecciones de estilo?
Creo que es posible que esté influenciada inconscientemente, sin embargo, el estilo que he mantenido a lo largo de mi vida no ha cambiado mucho. Suelo hacerme las prendas para mí misma, antes que nada. No suelo comprar cosas de temporada, aunque todo lo que tengo de diseñadores… sí que me aferro mucho a esas prendas.
