FUMI GALLERY
Por Ana Domínguez-Siemens
Una de las galerías más interesantes en el panorama del diseño contemporáneo, FUMI funciona desde su sede en Londres como un irresistible polo de atracción para el coleccionista que persigue piezas únicas y ediciones limitadas en las que destacan las nuevas ideas, un intrigante punto de vista y unos acabados artesanales de indiscutible calidad. Detrás de ese nombre misterioso se encuentran San Pratt y Valerio Capo que empezaron con mucha osadía y que han ido encontrando un sitio estable y la fidelidad de algunos de los diseñadores cuyo trabajo es imprescindible para entender el diseño contemporáneo.
¿Por qué la galería se llama FUMI?
FUMI es el segundo nombre africano de Sam. Es yoruba y el nombre completo es Olorunfumi, que significa «regalo de Dios para mí». Nos pareció apropiado y además es corto y esperamos que fácil de recordar.
¿Podríais darme una idea de la trayectoria de ambos antes de la galería?
Valerio era consultor de estudios de mercado y Sam era agente de bolsa en la ciudad. Procedencias muy diferentes del mundo del diseño contemporáneo.
Tengo entendido que empezasteis siendo coleccionistas antes de decidiros a abrir una galería. ¿Qué tipo de cosas coleccionabais? ¿Cuál fue su motivación para abrir la galería?
Sí, comprábamos diseños posmodernos para nosotros, gente como Gio Ponti, etc. Abrimos la galería porque estábamos aburridos de nuestros trabajos y queríamos hacer algo diferente que nos apasionara. Decidimos que el diseño era el futuro, en concreto el contemporáneo (aunque habíamos estado comprando moderno) porque pensábamos que el mercado de los distribuidores de moderno ya estaba saturado y que mirar al futuro sería más emocionante y gratificante.
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