Estonia, un auténtico paraíso natural en las orillas del Báltico, cobra vida cada primavera, invitando a los viajeros a explorar sus paisajes vírgenes, bosques infinitos y fenómenos únicos. Con una impresionante biodiversidad, una quinta parte de su territorio protegido y una rica tradición de senderismo y observación de fauna, este país ofrece una experiencia inigualable para aquellos que buscan reconectar con la naturaleza en su estado más puro. Desde la extraordinaria «Quinta Estación» hasta los exquisitos sabores de la gastronomía estacional, la primavera en Estonia no es solo una estación: es una celebración vibrante de lo salvaje y lo auténtico.


Uno de los principales atractivos de Estonia durante la primavera es la oportunidad de disfrutar de sus impresionantes paisajes a través del senderismo. El país cuenta con miles de kilómetros de rutas señalizadas, lo que lo convierte en un destino perfecto para explorar a pie. Desde tranquilos paseos por parques nacionales hasta rutas más exigentes como el Baltic Forest Trail, que atraviesa el país de norte a sur, hay opciones para todos los niveles. Un destino destacado para los amantes de la naturaleza es el Parque Nacional de Lahemaa, famoso por sus densos bosques, costas escarpadas e impresionantes acantilados. Este parque no solo ofrece rutas espectaculares, sino también la posibilidad de descubrir pequeñas aldeas y monumentos históricos en medio del paisaje. Para aquellos que buscan una experiencia más relajada, pueden alojarse en lugares como ÖÖD Hötels o HOIA, donde la tranquilidad del entorno se combina con la experiencia rejuvenecedora de un spa o una sauna tradicional estonia. Además, Estonia permite a los más aventureros acampar fuera de las zonas habilitadas, lo que facilita una inmersión total en la naturaleza.

Otro de los fenómenos naturales más sorprendentes que se puede presenciar durante la primavera es la Quinta Estación, un evento único que ocurre en el Parque Nacional de Soomaa. Este fenómeno tiene lugar al inicio de la estación cuando el deshielo y las intensas lluvias aumentan el nivel de los ríos, transformando los paisajes en una red de pequeñas islas. La inundación de bosques y turberas crea un escenario mágico que invita a la aventura. Para explorar esta transformación, los lugareños utilizan las tradicionales haabjas, embarcaciones de madera que han sido empleadas durante siglos. Esta tradición fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2021. Aunque las embarcaciones continúan siendo utilizadas para desplazarse por los paisajes inundados, los visitantes también tienen la oportunidad de realizar paseos guiados para experimentar de primera mano este fenómeno natural tan especial.

La fauna de Estonia también es un atractivo importante durante la primavera. El país es considerado uno de los mejores destinos de Europa para la observación de aves, especialmente en la zona oeste, donde se pueden avistar hasta 400 especies diferentes. Existen torres de observación repartidas por todo el territorio, lo que permite a los viajeros disfrutar de una experiencia más cercana y directa. Para quienes son novatos en este tipo de actividades, también se pueden contratar guías locales que ofrecen su experiencia para facilitar el avistamiento de especies más difíciles de encontrar, como el urogallo. Además, con la llegada de la primavera, los osos que han permanecido en hibernación durante los meses fríos comienzan a salir de sus refugios, lo que brinda a los turistas la oportunidad de observarlos de forma segura desde refugios especialmente diseñados para ello. Otros animales como linces, castores, ardillas y mapaches también habitan los bosques de Estonia, lo que enriquece aún más la experiencia de adentrarse en su naturaleza.
La gastronomía estonia es otro de los aspectos que destaca en primavera. Tras los fríos meses de invierno, el regreso de las plantas frescas transforma la cocina local, ofreciendo sabores frescos y auténticos. Ingredientes como el ajo silvestre y el ruibarbo se convierten en protagonistas de los platos estacionales. El ruibarbo, con sus coloridos tallos rosados, se utiliza en una amplia variedad de preparaciones, desde tartas hasta mermeladas, zumos e incluso vinos. Uno de los productos más singulares de la estación es el kasemahl, una bebida refrescante elaborada con la savia de los abedules, que es una tradición culinaria estonia que ha perdurado durante siglos. Aunque muchos restaurantes adaptan sus menús a la temporada, lugares como el Maitsemaa Forest Restaurant ofrecen una experiencia gastronómica única, con cenas cocinadas a la hoguera y platos elaborados con ingredientes locales de temporada en un entorno natural.

Estonia es un destino que invita a una experiencia pausada y profunda, donde se puede sentir la conexión con la naturaleza y las tradiciones locales en cada rincón del país. Durante la primavera, Estonia se llena de vida, colores vibrantes y una energía renovada que lo convierte en el lugar ideal para quienes desean escapar de la rutina y sumergirse en la belleza más pura y salvaje. Desde sus paisajes inexplorados hasta su rica fauna, pasando por la calidez de su gente y los sabores frescos de su cocina, Estonia ofrece una forma única de experimentar la primavera. Si lo que buscas es un lugar donde el tiempo se desacelera, donde puedes respirar profundamente y conectar con el mundo que te rodea, este país es el destino perfecto.