¿Cómo empezaste en el mundo de la moda?
La mayor parte de mi vida la he vivido en París. Siempre fui una niña muy creativa y me encantaba vestirme con la ropa de mi madre, pintar, cantar y bailar. Con nueve años decidí que, al crecer me convertiría en diseñadora de moda e incluso empecé a esbozar mis primeras colecciones en un cuaderno.
Más tarde, entré en la escuela de moda Atelier Chardon Savard, donde me enseñaron a plasmar mi personalidad a través de la ropa. Mi objetivo siempre fue poder crear mi propia marca. Una vez graduada, donde obtuve mi maestría en diseño de moda, trabajé durante varios años como la primera asistente del estilista Jérôme André. Colaboramos con revistas como Citizen K, Commons&sense, L’Officiel Hommes Italia y asesoramos a la marca Carven. Todo ello me brindó la oportunidad de trabajar con algunos de los fotógrafos más grandes, de viajar por el mundo, y de recibir mucha atención y un gran carnet d’adresse.
Después de varios años trabajando como estilista, decidí que estaba lista para cumplir mi primer sueño: abrir mi propia marca de ropa.Ahora, mientras trabajo en nuevas colecciones, me preocupo de mantener siempre mi enfoque «estilista», realizando imágenes y creando cada modelo por separado.
¿Cómo creaste tu propia marca?
Después de que decidiera que estaba lista para cumplir mi sueño y crear mi propia marca, renuncié a mi trabajo como estilista, me encerré en mi habitación y empecé a coser. Coser un montón de cosas. De hecho, extrañaba trabajar con mis manos. No me comunicaba con nadie, sólo salía a por telas y cosidos.
Un día en mi moodboard apareció un pueblo ruso con imágenes al estilo del cine soviético. Desde ese momento empecé a sentirme atraída por la tierra de mis antepasados, Rusia. Empecé a estudiar la historia de mi familia. Me pareció que leer y hablar ruso sonaba muy elegante y después de un tiempo decidí mudarme de París a Moscú. Sin embargo, tras la mudanza, las cosas se empezaron a poner cuesta arriba ya que, en la cultura rusa, no existe un gran interés por los nuevos diseñadores.
Los beiges y los blancos, aparte de diseños simples, son básicos en tu ropa, ¿hay alguna razón especial para ello? ¿De dónde sacas la inspiración?
Para mis colecciones, me inspiro en toda la cultura rusa, incluyendo pueblos con casas de madera, los habitantes de esos pueblos, los trajes tradicionales, el norte de Rusia y su naturaleza, las películas soviéticas y el pueblo ruso. Y por supuesto me inspiro en mi familia, mis ancestros y mis raíces.
Me gusta mucho la estratificación del traje ruso y los detalles individuales, pero me acerco a ellos muy selectivamente. Adoro la simplicidad y la calma en las cosas. Rehúso a poner mucho énfasis y a sobrecargar la ropa. La ropa debe complementar a la persona misma, viste el alma y muestra la individualidad de cada uno, pero la persona siempre está en el centro.
Utilizo los colores del bosque, de la naturaleza y los paisajes del norte ruso. Me inspiro en el musgo, la madera, la nieve… Todos ellos conforman mis tonos principales.
¿Cuál es el proceso que se esconde detrás de la creación de una nueva pieza de ropa?
Antes de que se me ocurra una pieza, se me ocurre una historia, y de la historia compongo imágenes y visto a mi personaje. Hago esto con la ayuda de collages, recortes, y piezas de imágenes. Es un proceso en el que me sumerjo completamente en la creatividad. Enciendo la música y empiezo a crear un personaje y una imagen. Después de eso, selecciono los collages más interesantes y trato de ver cuál es la ropa que les corresponde.
Aquí es donde comienza uno de mis procesos favoritos: la búsqueda de la tela. Y sólo entonces, mirando el collage y tocando la tela, dibujo cada modelo por separado, para construir un patrón y empezar a coser.
¿Con qué materiales y tejidos trabaja?
El proceso de selección de la tela es muy importante para mí. Soy una persona muy táctil, por lo que la tela debe coincidir con mi tacto y con la composición ideada. En los almacenes de tela donde voy a comprar, primero observo si algo me llama la atención y después me acerco a sentirlo con el tacto. Pero la tela debe ser siempre natural, porque no tiene sentido que me inspire en motivos naturales si luego a la hora de la verdad, el material no lo es. Los materiales que más me gustan son: la seda, el lino, el cáñamo, el algodón y la lana.
Es evidente que las fotografías de tu perfil de Instagram se hacen y se editan con mucho cuidado. ¿Qué importancia le das a la comunicación mediática de tu ropa? ¿Intentas contar una historia o crear una estética propia con cada imagen?
El componente visual de mi perfil es muy importante para mí. Las fotos por sí solas son capaces de contar la historia de toda una colección. Por lo tanto, cuando trabajo en una sesión de campaña, siempre trato de encontrar el fotógrafo y el lugar adecuado. Para conseguir estos resultados, suelo ir a Carelia, una región al norte de Rusia donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor.
¿Cómo debería ser su cliente ideal?
Mis clientes suelen ser gente muy creativa. Les encantan las cosas inusuales y se esfuerzan por destacar entre la multitud. También hay muchos clientes que buscan ropa hecha especialmente para ellos y, sobre todo, que este elaborada a base de telas naturales. Algunos dicen que mi ropa les recuerda a su abuela, su infancia, o a su pueblo. Siempre me resulta muy agradable escuchar todo esto, ya que nuestro pasado es nuestro presente y a la vez nuestro futuro.
Es importante conocer cuáles son tus raíces.